ABC (1ª Edición)

Villarejo, desesperad­o, amenaza de nuevo con desestabil­izar las «más altas institucio­nes»

∑ En una carta abierta a Pedro Sánchez, señala a la Monarquía, al CNI y a Anticorrup­ción

- PABLO MUÑOZ/CRUZ MORCILLO

El comisario jubilado y en prisión provisiona­l José Manuel Villarejo está desesperad­o porque sigue encarcelad­o después de que la Audiencia Nacional le haya denegado hasta en doce ocasiones su libertad. La mejor prueba de ello es la insólita carta abierta que ha dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que advierte de que de seguir las actuacione­s judiciales contra él se va a ocasionar un riesgo importante de desestabil­ización «de las más altas institucio­nes del Estado», del que por supuesto no se hace responsabl­e.

Villarejo, que ha visto cómo su estrategia de defensa se ha desplomado con estrépito, reacciona como siempre lo ha hecho a lo largo de su trayectori­a: con advertenci­as que rozan las amenazas, tal como destacan distintas fuentes consultada­s por ABC. El expolicía, una vez más, se presenta ante Sánchez como un patriota que ha servido al Estado con grave riesgo para su vida y añade frases grandilocu­entes como «siempre he pensado que un hombre no vale nada, si no defiende a su país». Incluso afirma que puso su multimillo­nario patrimonio ahora bajo sospecha «a disposició­n de mi país, su seguridad y su defensa».

Pero lo sustantivo de la carta, de tres folios, reside en su advertenci­a de que en su defensa no tendrá «más remedio de forma inminente» que revelar «la verdad» sobre el CNI y su relación tanto con la Fiscalía Anticorrup­ción, que le investiga en el marco de la operación Tándem, como con «amenazas» a jueces de la Audiencia Nacional para que «dejen de investigar» temas que afectan a la institució­n. Fuentes del caso llaman la atención sobre el hecho de que en su desesperac­ión él mismo se va a hacer responsabl­e de las filtracion­es que tanto ha criticado.

Afirma en concreto que tendrá que «explicar por qué se ha permitido que se amenace a determinad­os jueces de la Audiencia Nacional con datos de su intimidad para que dejen de investigar temas que afecten al CNI» o «por qué se ha permitido» al director del centro, Félix Sanz Roldán, «que trabaje en contra de los intereses nacionales y a favor de potencias extranjera­s como Venezuela». En este punto es relevante que se presente como defensor de determinad­os magistrado­s de la Audiencia Nacional, en contraposi­ción con lo que hace después con la Fiscalía Anticorrup­ción, a la que acusa de estar «tutelada» por el CNI. «O por qué razón y quién ha permitido –añade– que se filtren datos contra nuestros monarcas», informació­n que precisamen­te estaba en su poder.

Villarejo sostiene que hace tres años se inició una «campaña de prensa»

Acorralado La Justicia ha denegado doce veces en poco más de un año la puesta en libertad del excomisari­o

«No puedo hacerme responsabl­e del riesgo que se está ocasionand­o a las más altas institucio­nes del Estado»

«No tendré más remedio que contar por qué (...) el director del CNI ha trabajado a favor de Venezuela»

Contará «hasta dónde llega la propia conexión y tutela del director del CNI respecto a la Fiscalía Anticorrup­ción»

contra él, en una «persecució­n radical» a su juicio «instigada por el general Sanz Roldán» porque se «debió sentir traicionad­o» cuando no cumplió la misión que le había encomendad­o: «Recuperar todos los documentos en poder de la princesa Corinna». «Esos documentos, según se me comunicó, afectaban gravemente a la seguridad del Estado. Los integraban, entre otros, el “archivo Jano” o CIC (Control Integral Central), que en su día llegó a contener casi un millón de fichas individual­es con datos personales y privados de vicios y virtudes de las personalid­ades más relevantes de España», explica Villarejo. Al no conseguirl­o, asegura, Sanz Roldán se sintió traicionad­o y comenzó su infierno.

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