Tensión en el Gobierno populista de Italia por la política migratoria
La odisea que vivieron durante tres semanas los 49 inmigrantes de dos barcos llevados por oenegés alemanas en medio del Mediterráneo llegó ayer a su fin. Las largas negociaciones entre Malta, Bruselas y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se saldaron en un acuerdo para que desembarcaran en Malta, donde llegaron en la tarde del miércoles, y para que luego viajaran a Italia, Alemania, Francia, Portugal, Irlanda, Rumanía, Luxemburgo y Holanda.
Horas antes del desembarco, la radical oposición del vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Matteo Salvini, hizo aparición. El italiano criticó con ira el acuerdo. Desde Varsovia, donde se entrevistó con el ultraconservador polaco Jaroslaw Kaczynski, fue tajante: «Lo mismo da ocho que ochenta inmigrantes, yo no autorizo a ninguno a entrar en Italia. Hay que consultar antes de adoptar decisiones como esta». Aunque muy irritado, el líder de la Liga negó la posibilidad de que la profunda división abierta en el seno del Ejecutivo sobre inmigración pudiera desembocar en una crisis de Gobierno.
Sobre este caso, Salvini mantiene desde hace días un duro enfrentamiento con Conte. El líder de la Liga ha insistido públicamente en que los puertos italianos están cerrados y que ni siquiera un solo inmigrante puede entrar en Italia. Ante su intransigencia, el «premier» Conte manifestó al programa «Porta a Porta», de la televisión pública: «Acojamos mujeres y niños, hay un
Ira de Salvini «Lo mismo da ocho que ochenta, yo no autorizo a ningún inmigrante a entrar en Italia»
límite a cualquier política de rigor. Si Salvini no permite desembarcar a los inmigrantes, voy a cogerlos yo en un avión y los traigo a Italia». De inmediato, el ministro del Interior le replicó con dureza en Twitter, amenazando de forma velada con las serias consecuencias que podría tener para el Gobierno: «A Italia se llega con el permiso, yo no cambio de idea. Hasta que no se bloquee a los traficantes de seres humanos, continuarán partiendo y muriendo miles de personas». A la idea de Conte de ir a recogerlos en avión, Salvini apostilló: «¿Ir a por ellos con avión? Sí, pero para llevarlos a su país».