El Parlamento reduce el margen de maniobra de May para un plan B del Brexit
∑ Los laboristas anuncian una moción de censura si el martes la Cámara no aprueba el acuerdo de salida
Un nuevo varapalo al Gobierno de Theresa May en el Parlamento. Esta vez ha sido una enmienda presentada por uno de sus propios compañeros de partido, el europeísta Dominic Grieve: si pierde la votación sobre el acuerdo del Brexit del próximo martes 15 de enero, la primera ministra deberá presentar un plan B en un periodo de tres días.
La enmienda fue aprobada por 308 votos a favor y 297 en contra. A falta de concluir la validez legal de esta, el resultado de la votación de ayer forzará a la «premier» a pensar una nueva estrategia para finales de esa semana sin tener apenas tiempo para viajar a Bruselas y consensuarla con sus socios europeos.
Si May y su acuerdo fracasan, la oposición tratará de tumbar a la primera ministra mediante una moción de censura el próximo martes 15 de enero cuando la votación tenga lugar. El líder laborista, Jeremy Corbyn, confirmó esta decisión ayer por la mañana tras preguntar a May si piensa convocar elecciones generales si, finalmente, su plan no sale adelante la semana que viene. Algo a lo que la «premier» no contestó.
Periodo de transición
Impulsada por el grupo de proeuropeístas «tories», y con polémica de por medio con el presidente de la Cámara por haberla aceptado, la enmienda pretende que el Ejecutivo de May descarte cuanto antes la idea de terminar el proceso sin acuerdo. Para ese escenario se está preparando el Gobierno al tener en cuenta la más que probable derrota de la semana que viene en el Parlamento.
Con esta enmienda buscan no ceder más tiempo a May para buscar un El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, sale de su residencia en Londres, Reino Unido
Negativa de los socios norirlandeses El DUP rechazó ayer los compromisos adquiridos por el Gobierno respecto a Irlanda del Norte
308 votos frente a 297 La enmienda que da solo tres días a May para presentar un plan B fue aprobada por la mínima
plan B ya que, según la ley británica, la «premier» tiene 21 días para hacer una declaración sobre sus futuras intenciones y debe someterla a aprobación parlamentaria en los siguiente siete días hábiles. Tiempo que dejaría casi sin margen de maniobra al Ejecutivo y que, ya sin tiempo, podría apostar, como así parece, por salir sin acuerdo del club comunitario.
Mientras, May sigue tratando de recabar apoyos para su causa, algo que parece bastante complicado. La nueva concesión de la primera ministra al Parlamento es la de ceder a la Cámara de los Comunes la decisión de si se alarga el periodo de transición una vez que este concluya, en diciembre de 2020, o por el contrario activar esa «salvaguarda» que evitaría una frontera dura entre Irlanda y el Ulster y que dejaría a Reino Unido inmerso en una unión aduanera especial con la UE y a Irlanda del Norte alineado con varias legislaciones europeas con la intención de evitar las fricciones en la zona. Además, la «premier» también cede esta decisión al Parlamento de Irlanda del Norte.
El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio de Gobierno de May, mostró ayer su rechazo a los compromisos adquiridos por el Gobierno respecto a Irlanda del Norte en el proceso del Brexit, que calificó como «irrelevantes» y «superficiales». Por ahora, May no ha explicado si ha conseguido alguna concesión especifica por parte de Bruselas sobre esa «salvaguarda» que tanto ha dividido al Parlamento británico y sobre todo, al partido conservador.
En respuesta a la votación de ayer, el ministro de Brexit, Stephen Barclay, dijo al parlamento que la intención del gobierno es actuar rápidamente si se pierde la votación del martes. «También quiero asegurarles a los colegas que sea cual sea el resultado de este debate, responderemos rápidamente, reconociendo que debemos proporcionar al Parlamento la mayor seguridad posible», dijo Barclay.
Perder la votación aumentaría la incertidumbre sobre el futuro del Brexit, sin duda el mayor cambio en la política exterior y comercial de Gran Bretaña de los últimos 40 años. La derrota abriría el camino a escenarios que van desde una salida desordenada hasta otro referéndum.