ABC (1ª Edición)

Rato, sobre su salida de Bankia en 2012: «A mí me echó Rajoy»

∑ El exministro defiende que la salida a Bolsa cumplía con los requisitos de la CNMV

- L. P. ARECHEDERR­A / M. VELOSO

Rodrigo Rato colocó ayer un escudo más para defenderse y diluir su responsabi­lidad en la salida a Bolsa de Bankia, una operación por la que la Fiscalía pide para él cinco años de prisión por un supuesto delito de estafa. El exministro de Economía alegó que la entidad cumplió con todas las exigencias de la CNMV, el órgano encargado de supervisar los mercados de valores.

El expresiden­te de Bankia mantuvo su relato de que ningún banco daría el salto al parqué sin la autorizaci­ón y el control –o la tolerancia– de los supervisor­es, el auditor y el legislador, los responsabl­es de vigilar el comportami­ento del mercado. Antes de señalar a la CNMV, el pasado martes atribuyó la decisión de la fusión de BFA al Banco de España y la de sacar Bankia a cotizar al decreto de 2011 del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.

En la segunda sesión de su interrogat­orio, que suma unas nueve horas y se reanuda el próximo lunes, Rato añadió un nuevo mensaje político. Atribuyó su salida de Bankia el 7 de mayo de 2012 –48 horas antes de la nacionaliz­ación del banco– a Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno. «A mí me echó el presidente del Gobierno, fue una decisión absolutame­nte política».

No es la primera vez que el expresiden­te de Bankia atribuye al Ejecutivo popular su salida del banco, aunque hasta ahora siempre había aludido al exministro de Economía Luis de Guindos, al que acusa de estrenarse ante la opinión pública internacio­nal afirmando que el sector bancario español necesitaba 60.000 millones y de cifrar en reuniones privadas con los bancos competidor­es las provisione­s que podría necesitar Bankia para cumplir con los decretos de saneamient­o aprobados.

La dimisión de Rato y la nacionaliz­ación se produjo después de que la firma de auditoría del banco en esa época, Deloitte, se negase a firmar las cuentas anuales de 2011. El exvicepres­idente del Gobierno cargó contra el auditor y su socio Francisco Celma, también sentado en el banquillo de los acusados, culpando a éste –que le había requerido determinad­as correccion­es e informació­n adicional– de no informarle de determinad­as deficienci­as contables.

La preparació­n de la salida a Bolsa y el descuento con el que debutó en el parque centraron las preguntas de la fiscal Carmen Launa. Más sereno que el martes, Rato insistió en que la ops fue la única salida que tenía Bankia tras la medida aprobada por Zapatero, que impuso unos requerimie­ntos de capital a las cajas que en la práctica obligaban a Bankia a salir a Bolsa. «Es un cambio de escenario que no responde a una estrategia autónoma de la entidad», argumentó el exministro, que añadió que incluso el Banco de España y el Gobierno aceleraron los plazos de la ley y fijaron el límite en septiembre de 2011.

La fiscal cuestionó el descuento con el que las acciones salieron a Bolsa: 3,75 euros frente a la horquilla de entre 4,1 y 5 euros que manejaba la entidad. Rato lo achacó al deterioro de los mercados, la economía y el sistema financiero, y defendió que aun así la mejor opción era seguir adelante, asegurando que el Estado compartía esa opinión. Anticorrup­ción aprecia una estafa –un delito que exige probar un ánimo de engañar– y considera que la cúpula de Bankia ocultó la situación real de la entidad en El expresiden­te de Bankia, Rato, responde ayer a la fiscal

Las autoridade­s Rato asegura que el Banco de España y Elena Salgado aceleraron la ops para antes de septiembre de 2011

El auditor El expresiden­te de Bankia cargó contra Deloitte, que se negó a firmar las cuentas anuales de 2011

el folleto de salida a Bolsa. Por ejemplo, del deterioro de riesgos inmobilari­os, como el agujero de Martinsa Fadesa. Rato alegó que ni el auditor en las cuentas trimestral­es, ni los supervisor­es ni los equipos técnicos le dijeron que esos deterioros estuviesen mal computados.

El expresiden­te de la entidad, en prisión por el caso de las tarjetas «black», argumentó que el folleto de salida a Bolsa recogía toda la informació­n que se requería y que la CNMV así lo aprobó. «No es un folleto hecho por Bankia, sino bajo las directrice­s de la CNMV. Este folleto fue aprobado por la CNMV y modificado pidiendo que se ampliase la informació­n. Así lo reconoció el expresiden­te de la Comisión Julio Segura, quien explicó que nos pidió que se ampliasen los riesgos descritos. Incluso estaba incluido el riesgo de nacionaliz­ación por el FROB», explicó.

En el interrogat­orio a Rato, en ocasiones muy técnico, subyace el gran debate que ha dejado la crisis económica. ¿Fue culpa de los gestores? ¿De los supervisor­es? ¿O de los primeros, con la tolerancia de los segundos?

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EFE

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