Los pioneros en medir el aumento del nivel del mar, premio BBVA
∑ Jonathan Gregory, Anny Cazenave y John Church lograron probar los efectos del cambio climático en los océanos
El aumento del nivel del mar es una de las mayores amenazas del cambio climático. Sin embargo, hasta finales de los años 90 solo existían millones de registros de las mareas que se realizaban en puertos y zonas de costa y cuyos datos eran difíciles de integrar para aportar una estima global sobre este fenómeno.
Los científicos Jonathan Gregory, catedrático de Meteorología en la Universidad de Reading (Reino Unido); Anny Cazenave, científica emérita del Centro Nacional de Estudios Espaciales (Francia), y John Church, catedrático del Centro de Investigación del Cambio Climático (Universidad de Nueva Gales del
Sur, Australia) han sido los primeros en lograr una descripción «precisa y consistente» del cambio en el nivel del mar a escala global gracias a la integración de las observaciones de satélite con las medidas in situ y las innovaciones en modelos numéricos.
Acción humana
Su trabajo de más de tres décadas fue reconocido ayer con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático. «Sus aportaciones han permitido detectar, entender y proyectar la respuesta del nivel del mar a escala global y regional al cambio climático debido a la acción humana», explica el acta del jurado, presidido por el director del Instituto Max Planck de Meteorología, Bjorn Stevens.
Además de identificar la huella humana en el aumento del nivel de los océanos, el trabajo de los galardonados ha conseguido descubrir que el ritmo al que se produce este incremento se está acelerando. «Se trata de una de las consecuencias más preocupantes del cambio climático porque gran parte de la población mundial vive en zonas costeras», indicó ayer Anny Cazenave a través de una videoconferencia, junto a los otros dos galardonados.
Los científicos estiman que desde comienzos de los años noventa el nivel del mar aumenta a un ritmo de tres milímetros al año, lo que supone una subida media de ocho centímetros en los últimos 25 años. Una subida de solo un metro –un fenómeno considerado probable– afectaría a cerca de 100 millones de personas.
A corto plazo
«La magnitud del problema dependerá de las emisiones. Si la sociedad quiere seguir el acuerdo de París, debemos que decir que no se ha hecho lo suficiente y es evidente que no vamos por el buen camino. Si queremos evitar el peor impacto del cambio climático sobre el nivel del mar hay que tomar muchas decisiones a corto plazo», advirtió Jonathan Gregory. La efectos de esa reducción de las emisiones de CO2, sin embargo, no se verán en este siglo, añadió. «Esa diferencia en las emisiones –indicó– se verá en varios siglos venideros pero con acciones que tomemos ahora».
La desacreditación del Informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático) en la pasada cumbre de Katowice sobre los riesgos a los que se enfrenta el planeta si la temperatura supera de media los 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales puso en evidencia el poco interés de muchas economías mundiales por reducir las emisiones.
John Church admitió sentirse «muy frustrado» frente a «la información equivocada que manejan los escépticos y que responden a ciertos intereses». «Tenemos que ser claros y aportar datos objetivos sobre cuáles son los efectos del cambio climático y ser proactivos», advirtió. David Olmos y Elena Castro, investigadores del CNIO