Jaime Siles «El nacionalismo es una forma de imbecilidad»
∑ El colaborador de ABC publica «Galería de rara antigüedad», un poemario que confronta la cultura clásica con el reflejo íntimo de la propia vida
AJaime Siles (Valencia, 1951) se le acumulan los nombres propios en la conversación. No es un recurso retórico, ni pomposidad, es que sus lecturas forman parte indisoluble de su ser. Es inevitable que no emerjan a cada poco Baudelaire, Aristóteles, Platón, Homero o tantos otros. Lleva mucho en esto de los versos, como poeta y como crítico en este periódico, pero no parece cansado. Más bien al contrario: al otro lado del teléfono fijo (no tiene móvil, porque le quitaría «demasiado tiempo»), sus palabras vibran con el ímpetu de la juventud. Dice que todavía conserva aquellas pasiones adolescentes, y a ellas ha vuelto en su último libro, «Galería de rara antigüedad» (Visor), que lleva el marchamo del XXVIII premio Jaime Gil de Biedma.
—¿Por qué eso de «rara antigüedad»? —Porque el libro habla de figuras de la antigüedad, pero no todas son reales. Hay algunas que son de ficción. No es un libro de erudición, ni muchísimo menos de arqueología. Es un libro de poesía lírica en el que he intentado objetivar mi relación con la antigüedad clásica desde que tenía quince o dieciséis años, más o menos.
—En el primer poema ya deja claro que «La Ilíada» ha sido una obra cotidiana para usted.
—«La Ilíada» es una enciclopedia portátil. Era lo que un joven griego debía saber. Ahí aprendía cómo ir al combate, cómo curar una herida, cómo hacer un sacrificio, cómo hacer un brindis, cómo combatir, cómo despedirse de su mujer… Era, sobre todo, un tratado de educación.
—Y un espejo en donde mirarnos, ¿no?
—La antigüedad es un espejo de nosotros mismos, siempre lo ha sido. Las generaciones que lo han estudiado, y antes se estudiaba muchísimo, era precisamente porque constituye algo así como un laboratorio cerrado de conductas y de posibilidades. Y se puede aprender allí lo que pasa si tú aprietas un botón determinado. Una de las maravillosas creaciones de la tragedia griega es precisamente eso: el estudio de las conductas, saber cómo la gente va a reaccionar, y si estamos dispuestos nosotros a ponernos en tales situaciones. Ed. Visor XXVIII Premio Jaime Gil de Biedma 50 pags. 12 € —Lo acabas de definir maravillosamente bien. No es un libro arqueológico: es un reflejo íntimo. Es un libro que me ha salido de dentro. No es el libro de un viajero que va a Grecia, ve una escultura y escribe sobre ella, o sobre un paisaje. De eso nada. Son todo paisajes interiores. —¿Y qué se ve en esos paisajes?
—Mi vocación juvenil, infantil casi, muchísimos años de contacto con esa