Isco, único lunar de una noche plácida

∑ El andaluz, suplente, tensa aún más con un mensaje en las redes su relación con Solari

El Madrid recorrerá dentro de una semana los 30 kilómetros que separan Valdebebas y Butarque con una cómoda ventaja en la eliminatoria que le tiene con pie y medio en los cuartos de final de la Copa. Una noche sin sustos, por fin, pero con asuntos polémicos, como no podía ser de otro modo en esta montaña rusa que es el Real Madrid.

De Vinicius a Brahim Díaz

Noche especial para las dos grandes esperanzas del Madrid de los próximos diez años. El brasileño no maravilló como ante la Real Sociedad, pero dejó destellos, una asistencia para Lucas, y un golazo que sentenciaba la eliminatoria a la vez que ponía en pie al Bernabéu. El brasileño es el único motivo que tiene la afición para sonreír. Su desparpajo y jovialidad es la que también ansía mostrar cuanto antes Brahim Díaz, que 48 horas después de ser presentado debutó con la camiseta blanca.

Isco, suplente

Con Llorente, Kroos, Bale, Asensio y Mariano lesionados y en la ida de los octavos de Copa ante un rival de menor entidad. Ni siquiera en estas circunstancias Isco es titular para Solari. El malagueño volvió a comenzar un partido desde el banquillo, en una nueva muestra de que entrenador y futbolista no congenian. El propio Isco se encargó de escenificarlo en su hábitat favorito de los últimos meses, las redes sociales.

«Ha puesto a Dani Ceballos, a Casemiro fuera de forma y hasta se pone a sí mismo que se retiró hace veinte años, antes de poner a Francisco Alarcón Isco», escribió un tuitero tras conocer el once blanco. Isco le dio un «me gusta» al mensaje, aunque minutos después, sabedor del revuelo que iba a levantar su «like», lo borró. El partido de vuelta de Copa ante el Melilla y el de la sexta jornada de Champions contra el CSKA, dos choques intrascendentes, han sido los únicos duelos en los que Isco ha sido titular con Solari. Acumula 412 minutos con el argentino, menos incluso que Vinicius (510).

Pitos al VAR en la grada

72 horas después, otra vez el VAR tuvo su cuota de protagonismo en el Bernabéu. Antes del partido, pitada mientras por megafonía se anunciaba el uso del videoarbitraje. Y durante los noventa minutos, claro penalti a Odriozola no pitado que el VAR tampoco vio punible, y otro sí señalado al donostiarra que dio la sensación de compensar el error de la primera acción.

44.231 hinchas

La hora, 21.30 de la noche, el frío, dos grados a las 23.15 cuando Gil Manzano señaló el final, y la indiferencia que está generando la decepcionante temporada del equipo no eran buenos argumentos para ver una digna entrada en el Santiago Bernabéu, y los temores se cumplieron. 44.231 espectadores en el coliseo blanco, la peor entrada del curso, incluso por debajo del partido de vuelta de los dieciseisavos de Copa, ante el Melilla. Entonces, en mitad del largo puente de diciembre, contra un equipo de Segunda B y con la eliminatoria resuelta (0-4 en la ida), al Bernabéu acudieron 55.243 aficionados. Este Madrid ha perdido el hechizo y la consecuencia es un estadio medio vacío.

Keylor, dos paradones

Volvía a la titularidad el costarricense y dejó su marca de la casa: dos paradas de puros reflejos a sendos remates del debutante Braithwaite. Con Courtois lesionado para las dos próximas semanas, tiene Navas una oportunidad de oro para hacer dudar a Solari.

Minutos vacíos Isco solo ha sido titular en dos partidos con Solari y juega incluso menos que Vinicius

La peor entrada La asistencia más floja de la temporada en el Bernabéu, incluso menor que contra el Melilla