Vodafone plantea 1.200 despidos para resistir la guerra de precios
∑ La teleco reducirá su estructura de costes ante la mala evolución del negocio y la mayor oferta «low cost»
El mal momento que atraviesa el negocio de Vodafone en España ha forzado a la dirección de la teleco a anunciar su tercer ajuste masivo de empleo en seis años. La compañía dirigida por António Coimbra comunicó ayer a los sindicatos el inicio de un proceso de despido colectivo que afectará a un máximo de 1.200 trabajadores, lo que supone casi la cuarta parte (24%) de los 5.000 empleados del operador británico en nuestro país.
La compañía justifica este ERE por la caída de ingresos que está sufriendo por la guerra de precios que libra el sector. «La demanda de servicios sigue creciendo de forma exponencial y no así los precios: cerca del 50% de las altas brutas están asociadas con ofertas «low» y «medium cost», lo que obliga a Vodafone a tener una estructura de costes preparada para competir con éxito en todos los segmentos», dijo ayer la teleco, que en noviembre negó que vaya a convertirse en un operador de bajo coste.
Los ingresos por servicio del tercer operador del país cayeron en su último semestre fiscal, de abril a septiembre de 2018, un 5,2%, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) un 27,8%, lo que la compañía achacó principalmente a la reducción de precios llevada a cabo como parte de una estrategia de reposicionamiento comercial en el mercado español.
Para afrontar la agresividad comercial de Masmóvil, que en 2018 «robó» 900.000 líneas a todos sus competidores, y a la irrupción de Telefónica en el negocio «low cost» con O2, entre otras cosas, Vodafone ha ido rebajando precios y potenciando su filial «Lowi». A la presión de sus rivales con la oferta del fútbol respondió también con descuentos.
Vodafone rechaza eso sí que este ERE tenga que ver con su estrategia de no comprar los derechos del fútbol y dejar de emitirlo en su televisión de pago, pese a que la presión comercial de Movistar y Orange durante el pasado verano le hizo perder 66.000 clientes de televisión y 69.000 de banda ancha fija. Es más, el grupo explica que esa decisión estaba igualmente dirigida a reducir costes y confía en que con obtendrá a medio plazo una mejora de la rentabilidad. Esas dificultades comerciales llevaron a la matriz a rebajar el valor de su filial en España en 2.900 millones el pasado noviembre. Además de tratar de revertir esa negativa evolución del negocio, reforzar sus sostenibilidad y proteger su capacidad de inversión, Vodafone plantea esta regulación de empleo para simplifica la organización y hacerla más competitiva.
El ERE, cuya negociación con los sindicatos arrancará en torno al 25 de enero y se prolongará durante un mes, es el tercero que aplica 2013. En febrero de ese año pactó 620 despidos, 130 externalizaciones y un cambio de condiciones laborales a 150 empleados, y en 2015 la compra de ONO conllevó 1.509 salidas. El ajuste afectará a una cuarta parte de los 5.000 empleados de Vodafone España