Un tribunal alemán prohíbe la venta del «botón Amazon»
∑ El dispositivo se adhiere a la lavadora o a la nevera y hace la compra online
Cuestan 4,99 euros y miden solo unos centímetros. Están pensados para facilitar la vida de los consumidores y para engrosar las ventas de Amazon, pero estos «botones de compra» no podrán ser vendidos en Alemania, tras una sentencia que sienta jurisprudencia contra este desarrollo concreto del internet de las cosas. Se trata de pequeños imanes que pueden adherirse a la nevera o la lavadora, o guardarse en un cajón. Una vez preseleccionada la compra y con solo una presión sobre el botón, a través de la conexión wifi, encargan la compra online de detergente para la lavadora, café para la cafetera, leche del tipo deseado o pasta de dientes de las características predeterminadas. Papel higiénico para el cuarto de baño, papel y tinta para la impresora, comida para el perro e incluso… basta con apretar un botón y se recibe el pedido a domicilio. Demasiado fácil en opinión de la Asociación de Consumidores de Renania del Norte-Westfalia, que en primera instancia ya logró que el botón de compra fuese declarado ilegal y que acaba de lograr una segunda victoria en el Tribunal Regional Superior de Múnich, en Baviera.
En el contrato que el consumidor firma con Amazon, al programar el botón de compra, queda identificado como «el pagador» y no como «el comprador», un falso sinónimo con significativas diferencias a efectos legales, puesto que como comprador se pueden reclamar derechos pero no como pagador, con lo que se incumple el parágrafo 312-j del Código Civil alemán.
Fuera de las ofertas
La sentencia esgrime, además, «falta de transparencia», dado que el cliente no recibe información y por tanto no puede comparar precios y ofertas entre diferentes marcas en el momento de la compra, sino que se atiene a la preconfiguración del encargo establecida y en la que ya se ha comprometido a un determinado precio, lo que le impide beneficiarse de los cambios de precio, ofertas y equilibrio entre la oferta y la demanda en general, tal y como garantiza la legislación alemana de la economía social de mercado.