Referente de la cocina asturiana
∑ Fue un hombre generoso y un hábil empresario
Hasta hace dos años ningún aficionado a la buena mesa que pasase por Oviedo podía dejar de comer en Casa Conrado, referencia de la cocina tradicional en la capital del Principado. Hijo y nieto de hosteleros, tras trabajar muchos años con sus padres, Conrado Antón abrió en 1975 ese restaurante, que pronto convirtió en el más renombrado de la ciudad. Cinco años después llegaría La Goleta, especializado en pescados. Ambos fueron punto de encuentro de la sociedad ovetense y de los visitantes más ilustres. Desgraciadamente, en 2011 un ictus le obligó a dejar en manos de sus hijos, Javier y Laura, la actividad diaria. Su ausencia, unida a la crisis económica, llevó al cierre a los dos establecimientos en marzo de 2017. Han reabierto recientemente, pero con otros propietarios.
Con Conrado Antón se va una de las principales figuras de la hostelería asturiana. Buen conocedor del mundo de la cocina, hombre generoso, hábil empresario y extraordinario relaciones públicas, su fuerte personalidad
le hizo un personaje muy popular no sólo entre sus clientes, también entre sus colegas, quienes lo eligieron en 1994 presidente de Fomento de la Cocina Asturiana, asociación que agrupa a los más destacados cocineros y propietarios de restaurantes del Principado. Ocupó el cargo hasta 2013 y en ese tiempo fue uno de los artífices del gran cambio positivo que ha registrado la gastronomía astur.