Orban bendice a Salvini como «la gran esperanza de Europa»
∑ Juncker no quiso valorar su declaración «porque no puedo creer lo que he leído»
«Tengo depositadas grandes esperanzas en esto», ha dicho el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, sobre la visita que ha realizado a Polonia esta semana el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, con el objetivo de ganar al Gobierno polaco para una gran alianza de partidos euroescépticos y antiinmigración de cara a las próximas elecciones europeas de mayo. Orbán bendijo a Salvini como un «héroe» y «gran esperanza de Europa» por haber detenido la migración hacia las costas de Italia y sostuvo que le gustaría que las formaciones contrarias a la inmigración sean mayoría en el próximo Parlamento Europeo. La Liga Norte, el francés Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) y el Partido por la Libertad holandés ya han llegado a un principio de acuerdo para formar un grupo en la Eurocámara que podría convertirse en el tercero más grande si también se suman Ley y Justicia y el Partido Liberal (FPÖ) de Austria. Este fin de semana tiene lugar en Riesa, además, un congreso en el que el radical Alternativa para Alemania fijará su programa y estrategia para las elecciones europeas y uno de los puntos que el partido debe dilucidar es si se suma a ese grupo parlamentario soberanista que desea liderar Salvini. Antiguas reuniones mantenidas con los partidos de Le Pen y el FPÖ terminaron sin buenos resultados, pero la directiva de AfD se ha renovado desde entonces y sus actuales líderes podrían estar más abiertos a la propuesta. Lo que une a todos estos partidos es su deseo de frenar la inmigración e independizar a sus países de la autoridad de Bruselas. Viktor Orban, ayer durante una rueda de prensa en Bucarest
Orbán, por su parte, ha confirmado que su partido, Fidesz, seguiría en el Partido Popular Europeo, pero demandando «que los conservadores europeos se abran a pactar con las formaciones contrarias a la inmigración».
Más inquietud en la UE
Estas declaraciones añaden inquietud a la ya creada por Salvini en Bruselas. «No puedo creerlo», dijo, aturdido, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. «No voy a valorar nada, prefiero verificarlo primero porque no puedo creer lo que he leído», dijo, en referencia al apoyo del jefe de Gobierno húngaro al nuevo eje Roma-Varsovia que Salvini anunció durante su visita a Polonia. Juncker hacía estas declaraciones en Bucarest, durante una rueda de prensa conjunta con la primera ministra rumana, Viorica Dancila, a la que visitaba con motivo del inicio de la presidencia rotatoria rumana. «Para combatir los extremismos y no generar mensajes antieuropeos, necesitamos respuestas a cuestiones a las que están confrontados los ciudadanos en Rumanía y en Europa», dijo la socialdemócrata Dancila.