EMILIANO GARCÍA-PAGE
Sabedor de que puede necesitar a Ciudadanos para mantener la presidencia de Castilla-la Mancha, Page ha hecho guiños a Rivera, de quien dijo que «podría ser perfectamente del PSOE, al menos del PSOE en el que yo me afilié» Tiene una visión de la unidad de España y de las cesiones al independentismo compatibles con Cs, partido que en boca de su número dos, José Manuel Villegas, ha incluido a Aragón entre los lugares donde podría pactar con el PSOE El presidente de Extremadura ha dejado alguna vez la puerta abierta a un pacto con Cs. Tras los comicios del 20-D (2015), ya planteó a Sánchez un pacto a tres bandas con Podemos y los de Rivera. danos con una «involución» democrática.
Fue precisamente el antiguo alcalde de San Sebastián el que hace unos días planteaba que las posiciones que representaba García-Page y Javier Lambán podían llegar a ser «desleales» y no representa «a muchos socialistas».
El presidente del Gobierno parece también determinado a caminar en esa dirección. Por ahora. En su reciente entrevista con la Agencia EFE el presidente del Gobierno afirmaba querer representar al liberalismo que, según él, «ha dejado huérfano Ciudadanos».
Algunos antiguos dirigentes del partido, que sufrieron en carne propia las iras del sanchismo cuando las bases los acusaban de traición por defender la abstención al PP, se preguntan ahora, con cierto desdén, «¿qué van a hacer cuando Ciudadanos sea su única opción para mantener el poder?»
El portavoz Ábalos
Consciente de ello el propio Ábalos, que como principal portavoz está asumiendo muchos de los ataques a Ciudadanos, intentó evitar esta semana una ruptura total. Y en un equilibrio entre los barones y los ataques a Rivera dejó abierta la puerta a alcanzar acuerdos con Ciudadanos después de mayo «siempre en función de las políticas».
Gran parte del poder institucional del PSOE puede depender de los pactos con la formación naranja. Sin duda esta será la tesis que se impondrá llegado el caso, pero otro dirigente sanchista deja claro que las primarias de 2017 que impulsaron a Pedro Sánchez mostraron que el camino es «a la izquierda» y se considera a Ciudadanos «incompatible» con las políticas que deben plasmar los socialistas. «Estamos en la recta final de la purga que la actual dirección de IU ha hecho», así de contundente se mostró ayer Izquierda Abierta (IzAb), formación integrada en IU y de la que forma parte Gaspar Llamazares, tras anunciarse la esperada apertura de expediente sobre este y otros dos de sus compañeros –José Alberto Novoa y Arantxa Azmarra–. Los desencuentros entre el actual coordinador federal de IU, Alberto Garzón, y dos históricos de la coalición como el propio Llamazares y Cayo Lara han sido constantes desde la confluencia con Podemos para las elecciones generales de 2016.
El último conflicto entre Llamazares y la Coordinadora Federal de IU, su órgano de dirección, estalló cuando el primero hizo pública su intención de concurrir a los comicios de mayo de 2019 junto al exjuez Baltasar Garzón con un nuevo partido, Actúa, que pretende huir, entre otras cosas, del flirteo con el independentismo mantenido por Unidos Podemos. En el acto de presentación de la nueva formación, el pasado 15 de diciembre, Llamazares tendió en vano la mano a IU para futuros acuerdos electorales. Desde la dirección de IU se aferran a los estatutos para enconar el enfrentamiento personal entre Llamazares y Alberto Garzón, y tratan de forzar su salida esgrimiendo que ningún miembro de IU puede competir electoralmente contra la coalición.
Una falta «muy grave»
JAVIER LAMBÁN
GUILLERMO FERNÁNDEZ VARA
En la votación del informe elaborado por la Secretaría de Organización de IU, en el que se acusa a Llamazares de incurrir en una falta «muy grave», el 96 por ciento de los presentes en la dirección se mostró a favor de abrir contra él un expediente disciplinario. Alberto Garzón, tras la puesta de largo de Actúa, solo tardó dos días en avisar a Llamazares de que cometía «transfuguismo» político, lo que provocó que este dimitiese el 24 de diciembre de todos sus cargos en la dirección, pero no como portavoz en Asturias, donde mantiene su «compromiso» con sus electores.
IzAb, que no acudió a la «reunión de linchamiento» de este domingo, denunció que no se recogen sus alegaciones, por lo que se negó a participar en «este paripé» de la dirección. La formación se sitúa ahora en la «reconstrucción de la izquierda» y en la movilización de un sector «cada vez más huérfano». Llamazares, su coportavoz, tenía claro ya este sábado su lugar en IU: «En la capilla, yo estoy en la capilla».