Rajoy reclama un PP con «claridad de principios» y alejado de sectarismos

∑Pablo Casado llegó a su primera Convención Nacional acompañado del expresidente, que pidió a su partido que no atienda a los doctrinarios

En este nuevo PP se echaba de menos la presencia de Mariano Rajoy. Ha pasado apenas medio año desde que le echaron del Gobierno en una moción de censura, y son otros tiempos en España y en su partido, pero cuando habla el expresidente sigue teniendo «poso y peso» entre los populares, como dijo su amiga y presidenta del Congreso, Ana Pastor, en su presentación durante la primera jornada de la Convención Nacional del PP. Rajoy aseguró que en estos momentos se encuentra «estupendamente», pero confesó que en algunos momentos lo ha pasado «francamente mal».

Rajoy estuvo por la mañana en Sevilla, junto a Pablo Casado, Ana Pastor, Alberto Núñez Feijóo y Soraya Sáenz de Santamaría, para arropar a Juan Manuel Moreno en su toma de posesión como presidente de la Junta de Andalucía. Luego volvieron todos juntos, menos el nuevo presidente, en un AVE desde Santa Justa para acudir a la primera Convención de Casado como líder del PP. El presidente de los populares viajó en el mismo vagón que Rajoy, Feijóo y Pastor, y en otro contiguo se hallaban Santamaría y José Luis Ayllón. Desde Atocha fueron a Ifema en coches diferentes. El primero en llegar fue Casado, que esperó en la puerta a Rajoy para entrar con él en la Convención, y con el secretario general, Teodoro García Egea, entre aplausos, abrazos y fotos. Era la imagen del reencuentro y de la unidad, aunque faltaba José María Aznar. Este tendrá hoy su intervención, para rememorar los 30 años de la refundación del partido.

Que son otros tiempos se vio también en la llegada de Santamaría: unos minutos después que Casado y Rajoy, y con más discreción. La organización la sentó en la segunda fila, detrás de los barones regionales.

«No voy a ser tertuliano»

Rajoy pudo elegir el día de su intervención, pero también el formato. Y decidió que se sentiría mucho más cómodo si todo fuera una conversación con Ana Pastor, ambos sentados en amplios sillones. Eso sí, aclaró que no tiene ninguna intención de acabar a estas alturas de la vida como tertuliano. El expresidente se mostró relajado, campechano y, cómo no, irónico en cuanto tuvo posibilidad. Y no dejó ver ningún rencor ni espíritu vengativo frente a quien le desalojó del poder, a quien ni siquiera mencionó. «No podríamos entender este partido y lo que somos sin que tú hubieras existido», aseguró la presidenta del Congreso, quien lamentó los momentos «líquidos» que se viven en la política, en contraste con la política «de peso y sólida» de Rajoy.

Cuando Pastor, en su papel de entrevistadora, le preguntó por las claves del éxito del PP en diferentes etapas históricas, Rajoy envió un mensaje a la nueva dirección del partido y reclamó claridad de principios, estar en la realidad y alejarse siempre de los sectarismos y los doctrinarios. Justo en un momento en que algunos han criticado un giro del PP más hacia la derecha, por la presión de Vox, las palabras de Rajoy tuvieron especial fuerza: «Conviene tener claridad en los principios, saber claramente lo que defendemos, como la unidad de Espa-