Tener cáncer no es falta grave
Deseo aprovechar ese espacio que se brinda a los lectores para mostrar mi alegría por los continuos adelantos que se van sucediendo en la detección, tratamiento y hasta curación del cáncer; una enfermedad que todos los ciudadanos en primera persona o en los más cercanos familiares sufrimos. Sin duda, las noticias de estos avances son un soplo de aire para enfermos y allegados. Cada vez son más los casos y variedades que se diagnostican.
Pero no es una enfermedad que afecta solo físicamente. Afecta también y mucho al ánimo y al estado psicológico de quien lo sufre.
Muchas organizaciones y fundaciones dan apoyo, asesoran y acompañan a enfermos y familiares. Sin duda, es resultado de un gran altruismo. Y ante esto, ¿dónde está la ética de algunas empresas? ¿Dónde existe una ley que proteja a estas personas que, aludiendo cualquier otro motivo, son despedidos de sus puestos de trabajo? Despedir a una persona que está de baja dice muy poco bueno de sus empleadores, pero despedirla cuando su baja es causada por una enfermedad grave que psicológicamente requiere una aceptación y adaptación es carecer de humanidad. GEMA MANCHION URIBE BARCELONA