Más protestas en Hong Kong al no dimitir la jefa del Gobierno
Los manifestantes enturbiarán la asistencia del presidente chino al G-20 en Japón
Por segunda vez en cuatro días, la jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, compareció ayer ante la Prensa para responder a las protestas contra ley de extradición a China, que el domingo sacó a la calle la mayor manifestación de su historia (casi dos millones según los organizadores y 338.000 a tenor de la Policía). A pesar de la expectación, ni dimitió ni anuló el controvertido proyecto de ley.
«Pido mis más sinceras disculpas y estoy triste porque el Gobierno no ha escuchado a la gente», se lamentó Lam, quien definió las protestas como «manifestaciones pacíficas» y retiró el término «disturbios» que tanto ha molestado por sus repercusiones legales. A pesar de entonar el «mea culpa» y reconocer que «debería haberlo hecho mejor», se aferró al cargo. «Aunque mi Gobierno en los tres años que me quedan será muy difícil, trabajaremos duro para recuperar la confianza del público porque tenemos muchos asuntos económicos y sociales», prometió.
Tampoco ordenará la retirada de la ley, pero explicó que quedará anulada «de facto» porque «no dará tiempo a tramitarla en el Parlamento antes de julio del próximo año, cuando cumple su plazo legislativo». Intentando calmar al público, afirmó que «el debate parlamentario de este proyecto no será reiniciado hasta que no se resuelvan todas las controversias y distintos puntos de vista que ha generado». Pero este gesto no calma a la oposición.
«Estamos muy decepcionados y enfadados porque Carrie Lam no ha dimitido, no ha anulado el proyecto de ley y no ha criticado la violencia de la Policía en las manifestaciones”, criticó Bonnie Leung, vicecoordinadora del Frente Civil por los Derechos Humanos, organizador de las manifestaciones. Para coordinar la respuesta, el Frente se reúne hoy con los diputados pro-democráticos.
A la espera de su decisión, el líder estudiantil Joshua Wong, que salió el lunes de la cárcel, avanzó que «habrá más acciones y desobediencia civil» antes de la cumbre del G-20 en Japón (28 y 29 de junio) y del aniversario de la devolución de Hong Kong a China (1 de julio). Con «una campaña sin líderes, descentralizada y masiva», como son estas protestas protagonizadas por jóvenes congregados por Telegram y Facebook, Wong se propone «enterrar la carrera política» de Carrie Lam porque «no ha escuchado a la gente y tiene que pagar el precio». Uno de sus objetivos es que la crisis política que vive Hong Kong esté presente en la cita del G-20 la próxima semana en Osaka. «Además de tratar la guerra comercial, Trump debería hablar con Xi Jinping sobre la erosión de las libertades y los derechos humanos que sufre Hong Kong», respondió Joshua Wong a ABC.