Detenida la «número dos» de Infancia Libre acusada de secuestrar a su hija
Es la cuarta madre de la asociación arrestada tras denunciar a sus exparejas por abusos
La Policía Nacional detuvo ayer a Rocío de la Osa Ibáñez, la que fuera vicepresidenta de la asociación Infancia Libre, que asesoró a Podemos en materia de abusos sexuales a menores. Según fuentes oficiales, De la Osa está siendo investigada por la presunta comisión de dos delitos: sustracción de menores y desobediencia a la autoridad judicial.
De la Osa, que es la cuarta mujer que ha sido detenida en el marco de la investigación de esta asociación contra los abusos a menores, acudió ayer para declarar –se acogió a su derecho a no hacerlo– ante el Juzgado de Instrucción 9 de Granada, que ha acordado como medida cautelar que la guarda y custodia de su hija esté provisionalmente a cargo de una tía paterna con niñas de su edad, primas de la menor.
Fue citada por el juez para tomarle declaración en el marco de una causa abierta por los presuntos delitos de sustracción de menores y amenazas, informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La mujer estaba citada bajo apercibimiento de detención, dado que no había comparecido en anteriores citaciones, pero no fue necesario su arresto, puesto que acudió voluntariamente al Juzgado.
De acuerdo con fuentes de la investigación, la madre, profesora de educación especial, habría denunciado al padre de su hija por presuntos abusos sexuales. La denuncia fue archivada, pero De la Osa no ha permitido a su expareja ver a su hija en los últimos cinco años, desde que la niña tenía tres. Durante parte de este tiempo, habría incumplido las distintas resoluciones judiciales que establecían el régimen de visitas con el progenitor. Además, según pudo saber ABC por fuentes de la investigación, Rocío de la Osa dio cobijo en un domicilio de Jaén a María Sevilla, presidenta de Infancia Libre, durante su estancia en Andalucía.
Sevilla también se encuentra detenida en este momento por supuestamente denunciar en falso abusos a su hijo, por parte del progenitor, e impedir que éste lo viera. Según la confesión de María Sevilla, a la que tuvo acceso este diario, el padre de Rocío de la Osa, Manuel de la Osa, también la habría alojado en su casa a Sevilla el tiempo que ésta estuvo en Granada, antes de darse definitivamente a la fuga y permanecer en paradero desconocido en un cortijo de Cuenca donde tenía retenidos a sus dos hijos, que solo podían salir al aire libre unos pocos minutos al día y no estaban escolarizados.
Negó conocerla
Sevilla, de confesión evangelista, únicamente les impartía clases de Religión y Matemáticas. Interrogado por la Guardia Civil, Manuel de la Osa negó conocer a María Sevilla. La hipótesis principal de la investigación es que las madres de la asociación, junto con médicos y abogados, habrían podido conformar una presunta organización criminal para falsificar informes que corroboraran los supuestos abusos a menores archivados en los juzgados.