«Ha sido una alegría porque la condecoración reconoce los valores de la gente sencilla»
Madrileña de 45 años, es la superiora de la misión que las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul tienen en el barrio de Cité Soleil, uno de los más pobres y peligrosos de Haití, y que tanto Doña Sofía como Doña Letizia han visitado. Tras recibir la condecoración de manos del
Rey, sor Mónica afirmó que
«ha sido una sorpresa y una alegría porque reconoce los valores de la gente sencilla. Nosotros no intentamos hacer cosas extraordinarias sino vivir las cosas normales con unos valores que a veces no aparecen mucho en nuestra sociedad». La misionera relató que cuando «me llamaron por teléfono, me quedé un poco sorprendida, porque creo que no hago ninguna cosa extraordinaria, pero en cierto modo en mí se ve reflejada mucha gente que hace lo mismo que yo y entrega su vida en las cosas sencillas de cada día. En mí están muchos misioneros y misioneras que están entregando su vida en muchos países y con situaciones muy difíciles». La misionera añadió: «No olvidemos que somos privilegiados y que nuestro país es uno de los mejores del mundo. Tenemos muchas cosas y, a veces, se nos olvida. Hay gente que no tiene esta suerte y no nos olvidemos de ellos. Intentemos hacer lo que podamos cada uno». La religiosa agregó que había venido «expresamente de Haití a recoger la medalla, y ese ha sido el segundo regalo, porque yo vengo cada dos años de vacaciones y este año no me tocaba venir. El segundo regalo ha sido venir a ver a mi familia».