La falta de fondos en investigación lastra a las universidades
Más de la mitad pierden posiciones en el ranking internacional QS
Las universidades españolas suspenden en el ranking mundial QS. Si en la edición del año pasado la noticia era que la Autónoma de Madrid le arrebataba el liderazgo a las universidades catalanas (que este año ya han recuperado), en esta edición hay un claro titular: pierden posiciones más de la mitad de las universidades, es decir, 14 de un total de 27. Solo se salvan cuatro centros que ganan puestos, siendo la Universidad de Barcelona la líder de las españolas, que adelanta una pasa del 166 al 165. En esta edición no hay ninguna universidad entre las 150 primeras. La manera optimista de verlo es que hay 27 españolas entre las mil mejores del mundo.
Cae la financiación
El retroceso de todas las universidades tiene un nombre: investigación. Los organizadores del QS advierten de la caída de la financiación en investigación y desarrollo y cómo ello ha hecho descender las citaciones por profesor. Ya lo advirtió el último informe de la Conferencia de Rectores (CRUE), «La Universidad española en cifras, año 2016 y curso académico 1617» que apuntaba a que en el periodo 2008/2016, el esfuerzo de la UE en I+D aumentó un 10,1%, en la OCDE creció un 3,2%, mientras que en España disminuyó un 9,7%. De hecho, en 2016, la financiación de la actividad investigadora estaba todavía un 25% por debajo del valor del año 2008. Además, en ese mismo año (2016), las universidades seguían recibiendo menos gasto público en porcentaje del PIB que hace 20 años. La posición de la CRUE respecto al ranking de este año, sin embargo, es optimista: «Hay 27 universidades españolas (24 públicas y 3 privadas) entre las mil mejores del mundo. Estos datos reflejan un avance sostenido del sistema universitario español en los últimos años». Sin embargo, reconocen la pérdida de posiciones de muchas de ellas.
Para el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, dicha caída no es tan acusada. «Las universidades se mantienen en los mismo intervalos que el año pasado, son diferencias inapreciables, el problema sería cambiar de centena, pasar, por ejemplo, del 100 al 300», justifica en conversación con ABC. Sí reconoce el gran lastre de la falta de financiación en investigación: «Se empiezan a notar los efectos de tantos años de reducción del presupuesto; en los años fuertes de la crisis hubo una disminución de más del 10%; ahora está mejorando. Si un grupo no tiene financiación desaparece. En cuanto se deja de invertir, no se publica más».
150.000 euros en Suecia
La caída de las universidades españolas no solo se debe a un menor número de citaciones de profesor sino también a la mala puntuación en otras métricas: menos reputación académica (cómo ven los académicos a la universidad evaluada) y menos profesores (y alumnos) internacionales.
Respecto a esta última cuestión Pingarrón señala que el problema es que en España «no somos competitivos». «Para atraer profesores extranjeros se necesitamos ofrecer buenos salarios y eso es difícil de mejorar. Recuerdo que un investigador de Suecia quiso venir a España, pero aquí se le ofrecían 70.000 euros al año frente a un sueldo de 150.000 en Estocolmo. Dijo que no podía venir a ganar menos de la mitad que en Suecia».