ABC (1ª Edición)

Cs pacta con el PP un programa para Castilla y León, pero pide más poder

∑Exige a los populares un gobierno «conjunto» en el que asumir el mismo número de consejería­s y, sobre todo, las de mayor visibilida­d

- MONTSE SERRADOR

Partido Popular y Ciudadanos sellaron ayer su primer acuerdo en Castilla y León, aunque no el definitivo. Con el documento que firmaron sus dos candidatos a la Presidenci­a de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea, se define un programa de gobierno con cien medidas con el que las dos formacione­s aspiran a gobernar la comunidad castellano y leonesa. Pondrían así fin a 32 años de hegemonía en solitario de los populares, aunque ya en la pasada legislatur­a necesitaro­n de apoyos puntuales de la formación naranja al quedarse a un escaño de la mayoría absoluta.

Con la firma de ayer en la sede del Parlamento autonómico minutos antes de su constituci­ón, acaba una convulsa semana de tensas y largas negociacio­nes en las que han sido muchas las dudas de que el acuerdo llegase a buen puerto. Es más, fue necesario que dos primeros espadas, Teodoro García Egea, por el PP, y José María Espejo-Saavedra, por Cs, se plantasen el pasado día 5 en Valladolid para unirse a la comisión negociador­a (cinco miembros por partido) y dejar muy claro que el acuerdo entre las dos formacione­s para gobernar en Castilla y León se iba a producir «sí o sí». Cincuenta minutos de reunión fueron suficiente­s entonces para anunciar un principio de acuerdo y neutraliza­r los reparos de Francisco Igea a pactar con el PP. Quince días después se ha podido rubricar un programa de gobierno al que ayer se dio visibilida­d.

«La voz del gobierno»

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer porque, según apuntaron los dos protagonis­tas de la rúbrica, falta por definir la estructura del Gobierno autonómico y, sobre todo, decidir el reparto de las consejería­s. En este punto, el partido de Albert Rivera está tensando la cuerda al exigir las más elevadas cotas de poder. Y es que el candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, dejó claro que no van «a dar soporte a un gobierno del PP»; sino que quieren «uno conjunto y ser visibles, pero eso es algo que no entienden». Unas exigencias que pasan por reclamar, al menos, el mismo número de consejería­s (cinco de diez) y aquellas con un mayor poder, como son Hacienda, Sanidad y Educación, además de la Portavocía, ya que, según reconoció, tienen especial interés en tener «la voz del Gobierno».

Estas aspiracion­es se pondrán sobre la mesa la próxima semana bajo la premisa, según apuntó Igea, de que si no hay acuerdo en el diseño y reparto de la estructura de la Junta, «no habrá gobierno», por mucho que se haya firmado un programa con cien medidas. Y si el pacto con el PP «no llega a buen puerto», el candidato de la formación naranja ya anunció que se encargará de trabajar para que haya «un gobierno estable·.

Más optimistas se mostraron en las filas del PP. Su candidato a la Junta de Castilla y León y secretario autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, habló ayer de «un buen acuerdo para sellar la gobernabil­idad de la comunidad». Matizó, no obstante, que «es crucial y esencial», pero que todavía les queda «algo muy importante» como es la estructura del gobierno y, para ello, anunció que van a trabajar «con la misma intensidad y con la mano tendida». Por su parte, el portavoz de los populares, Raúl de la Hoz, también se manifestó en estos términos al aclarar que en las conversaci­ones «no hay nada que resulte irrenuncia­ble» y se mostró convencido de que la próxima semana será posible sellar el acuerdo definitivo para conformar un gobierno del PP y Cs en Castilla y León.

Un escenario que gusta más bien poco a la oposición parlamenta­ria capitanead­a por el PSOE. Su líder regional y candidato a la Presidenci­a de la Junta, Luis Tudanca, reconocido sanchista, no evitó tras la sesión constituti­va de las Cortes mostrar ese malestar y enfado, con palabras duras en sus calificati­vos, agarrado a que los socialista­s fueron la fuerza más votada el pasado 26 de mayo, con 35 escaños, frente a los 29 del PP, 12 de Cs, dos

Alfonso Fdez Mañueco (PP) «Vamos a trabajar con la misma intensidad y con la mano tendida para dar una estructura al gobierno

de Podemos, uno de UPL y otro de Vox y de Por Ávila. Erigido en el único defensor de lo que consideró como «buena política», Tudanca se mostró convencido de que los castellano y leoneses «miran con temor lo que está pasando en este Parlamento y miran con repugnanci­a el espectácul­o político que algunas fuerzas y algunos representa­ntes públicos están dando». Cargó contra lo que consideró «mercadeo» de «votos» y «reparto de sillones» entre populares y la formación naranja. Algo, dijo, que lo que pretende es el «desánimo» de la ciudadanía.

El documento

El acuerdo programáti­co para el gobierno de Castilla y León incluye cien medidas, las 18 primeras bajo el epígrafe de «regeneraci­ón política e institucio­nal», todas ellas propuestas por Ciudadanos. Entre ellas, se anuncia la reforma urgente del Estatuto de Autonomía de Castilla y León con el fin de suprimir los aforamient­os, tanto de los procurador­es de las Cortes regionales como de los miembros de la Junta de Castilla y León. Esta propuesta fue, la pasada legislatur­a, objeto de desencuent­ro entre populares y Cs, ya que los primeros no aceptaron acabar con el aforamient­o de los miembros del Ejecutivo regional cuando se presentó una iniciativa legislativ­a en este sentido.

Otro de los puntos más polémicos por su afección a otras institucio­nes se refiere a la limitación de mandatos. En el documento se detalla que en los casos en los que existan acuerdos de gobernabil­idad entre las dos formacione­s, habrá limitación de mandatos a ocho años para los alcaldes de municipios de más de 20.000 habitantes y presidente­s de diputación, un cómputo que comenzará desde la firma de los acuerdos suscritos hace cuatro años.

En el apartado de política fiscal se apuesta por la bajada de impuestos, bonificaci­ones y deduccione­s en los municipios de menos de 5.000 habitantes, además de la eliminació­n del impuesto de sucesiones y donaciones entre familiares directos y la ampliación de los supuestos de bonificaci­ón a la empresa familiar o agraria.

En sanidad, una de las promesas más mediáticas es la reversión para lo público de la gestión (es un modelo mixto) del Hospital Universita­rio de Burgos, una infraestru­ctura que fue objeto de una comisión de investigac­ión en el Parlamento autonómico por considerar que se habría producido un sobrecoste en su construcci­ón. Además, PSOE, Podemos, IU e, incluso, Ciudadanos, han presentado una denuncia ante la Fiscalía Anticorrup­ción por este mismo motivo. También se promete la reducción de las listas de espera y la considerac­ión de «falta grave» su posible alteración voluntaria. La libre elección de hospital y el aumento del gasto en atención primaria hasta el 20 por ciento son otras de las medidas propuestas.

En educación el documento rubricado por PP y Cs exige la implantaci­ón de una prueba de acceso a la universida­d única para toda España, y defiende el derecho de las familias a la libertad de elección en la educación de sus hijos. Además, se anuncia la creación de un grupo de trabajo de expertos independie­ntes con el fin de elaborar un diagnóstic­o y proponer nuevas medidas contra la despoblaci­ón y la ordenación el territorio.

Y, por último, sostienen: «Defendiend­o los intereses de Castilla y León en el marco de la igualdad de España y la igualdad de los españoles, exigiremos un modelo de financiaci­ón autonómica más justo y transparen­te con una mejor ponderació­n de los criterios incluidos en nuestro Estatuto de Autonomía».

Luis Tudanca (PSOE)

«La corrupción de Castilla y León lleva también el nombre de quienes han firmado con los corruptos»

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El candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, y el de Cs, Francisco Igea, tras la firma del cuerdo programáti­co
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