Ceuta, cuando la solidaridad con los menas ya no da más de sí
Con la mayor densidad de menas de España, piden que se les saque de allí en tres meses. Están al límite
Ceuta ha intentado devolver al Estado las competencias que ponen bajo su tutela a los menores extranjeros no acompañados que cada año gestionan por cientos, pero la respuesta ha sido un «no» incontestable. La Asamblea de la Ciudad Autónoma, como la de Melilla, ha aprobado exigir a la Administración General que a los tres meses de estancia, los niños sean repatriados o trasladados obligatoriamente a la Península. Rabat no muestra ningún interés por los retornos a pesar de que hay un acuerdo bilateral de 2007 en ese sentido. En todo caso, al no haber Gobierno en Madrid, no hay donde ir a reclamar ni esta ni otras medidas, entre las que se explora también impulsar un sistema de cooperación para que los seis millones que Ceuta dedica cada ejercicio a cuidar estos chicos –de los que en 2018 solo 2,3 fueron transferidos por la Administración Central para estos fines, cifra que este año es cero por la falta de presupuestos– se empleen para lo mismo, pero en sus lugares de origen.
«Queremos que estén con sus familias, que es donde deben estar los menores por su bien y también porque son vulnerables, corren riesgos. Allí hay dificultades, les mostraremos la solidaridad del pueblo español cooperando con centros de integración y lo que se decida... ese dinero ya lo estamos gastando aquí», explica la consejera de Presidencia y vicepresidenta del Gobierno autónomo, Mabel Deu, responsable hoy de un área que amenaza con desbordar la ciudad administrativa y socialmente.
Y es que Ceuta, con tan solo 19 kilómetros cuadrados y 87.000 habitantes, está profundamente condicionada por su vecindad con Marruecos, de donde procede la gran parte de la población
Las otras regiones Extremadura y Castillala Mancha se han llevado de Ceuta 18 menas. Eso es todo
Competencias
El Estado rechaza tener la tutela de los menores
flotante de 25.000 personas que cada día entran para trabajar, ir a hospitales, al colegio... De ese flujo inagotable, en 2018 se quedaron extraviados, olvidados o, en definitiva, solos en Ceuta 3.744 menores. Otra de las ideas del Gobierno autónomo es que, ahora que en el paso del Tarajal con Marruecos se pone en marcha la «frontera inteligente» –léase con identificación de última tecnología–, los dispositivos controlen que las familias entren a suelo español y salgan con el mismo número de hijos. O justifiquen a quién se los han confiado.
A los 3.744, Ceuta les proporcionó asistencia pública, incluida comida, ropa o educación. Se suele atender de 350 y 400 a la vez. En una conversación con este diario, Deu se refiere repetidamente a ellos como «nuestros niños», evita cualquier atisbo de estigmatización y pone por delante la voluntad de ayudar –«a veces las gratificaciones son inmensas...», subraya–, lo que no impide que admita que la situación es difícil de manejar. Hoy dos de las cuatro plantas del Centro de Menores La Esperanza están en remodelación integral tras haber sido «destrozadas» por los chicos, lo que obliga a alquilar unos alojamientos prefabricados que se han ubicado al lado por 145.000 euros al mes. La vicepresidenta dice que el Estado debe construir un nuevo centro, pero también se cuestiona hasta dónde estamos dispuestos a llegar. «¿Qué capacidad de acogida tiene Ceuta con su extensión... mil plazas?», dice mientras, a preguntas de este diario, rehuye vincular el aumento «exponencial» del número de menores que han registrado desde 2017 con una mayor delincuencia, aunque reconoce que en la calle crean «incertidumbre». Un taxista comenta al respecto que hay «miedo» a los menas, pero más «por lo que pueden hacer que por lo que hacen».
La soledad de Ceuta –también de Melilla– con esta realidad es cósmica. En agosto de 2018, el Gobierno del PSOE puso sobre la mesa 40 millones para que otras autonomías se animaran a ofrecer plaza. Deu resume que desde entonces, Extremadura y Castilla-La Mancha se han llevado 18 niños de Ceuta. Dieciocho y ni uno más, eso ha sido todo.