Rivera exige poner por escrito un compromiso de desbloqueo
Ciudadanos (Cs) acudirá el 10 de noviembre a las urnas con un compromiso ineludible de «desbloqueo» político. Esta es la principal promesa electoral de Albert Rivera, pero no quiere quedarse solo en el escenario. El presidente de los liberales exigió ayer a los líderes del PP, Pablo Casado, y del PSOE, Pedro Sánchez, poner por escrito que «gane quien gane» las elecciones, habrá gobierno en España.
Rivera se erige ahora en adalid contra el bloqueo, después de meses cerrando la puerta a un acuerdo con el PSOE que se habría sustentado en 180 escaños y habría impedido que la gobernabilidad de España recayese, en sus propias palabras, en manos de «populistas y separatistas».
Después del 28-A, el presidente de Cs fue fiel a su promesa electoral de no pactar con Sánchez «ni por activa ni por pasiva». De hecho, llegó incluso a animar en público a Sánchez a cerrar un acuerdo con «sus socios», ajeno a cualquier objetivo que se desmarcase del que él tenía entre ceja y ceja: superar al PP en las urnas.
«Si quieren y son capaces, les exijo que firmemos por escrito que alguien gobierne y que la oposición cuente», reclamó ayer Rivera a Casado y a Sánchez, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. Su idea no pasa por conformar una gran coalición con PP y PSOE, sino por comprometerse a pactar las «grandes reformas» que a su juicio necesita España con independencia de quién las lidere.
Eso, será algo que «elijan los españoles». Fuentes de Cs consultadas por ABC dicen que la oferta ya está hecha y que ahora deben ser los homólogos de Rivera quienes contesten si están dispuestos a suscribir un compromiso claro: no bloquear España y avan
zar «juntos» por el bien del país.
Un giro radical que devuelve a Cs al papel que tenía antes de su cruzada contra Sánchez. Ayer, incluso Rivera llegó a referirse a los máximos dirigentes de los tres principales partidos de España como «los tres líderes constitucionalistas»; aunque posteriormente corrigió el lapsus pidiendo de nuevo una «rectificación» al secretario general del
PSOE para regresar al marco constitucionalista.
«Hay muchos más españoles en el centro político que en los extremos –apuntó–. Así que propongo que hablemos menos de lo que nos separa y más de lo que nos une».
Contra la corrupción
Este mensaje no impidió a Rivera destacar la lucha contra la corrupción como el elemento diferenciador entre su partido y el bipartidismo. «PP y PSOE, dejen de taparse su corrupción», sentenció, para repartir culpas entre «los de la Gürtel» y «los que compran votos en Andalucía» o tienen a una alcaldesa en Móstoles (Madrid) «que enchufa a toda su familia».
Al margen de propuestas que ya trasladó en la anterior campaña electoral, como el fin de la despoblación y la precariedad laboral, el fomento de la natalidad, la consolidación de las pensiones o un pacto educativo, Rivera defendió en el desayuno una rebaja fiscal para las pequeñas y medianas empresas.
En concreto, el presidente de Cs propuso rebajar diez puntos el Impuesto de Sociedades a las pymes que reinviertan sus beneficios –del veinticinco al quince por ciento– para aumentar la competitividad ante la amenaza creciente de desaceleración económica. Desde el centro, dijo, tenderá la mano para que lo apoyen.