Dos misiles impactan en un petrolero iraní frente a Arabia Saudí
Teherán no acusa oficialmente a Riad, pero las relaciones se enrarecen aún más
Los incidentes que rodean los ataques a petroleros o a instalaciones petroleras en el Golfo en los últimos meses no terminan de aclararse e Irán sumó ayer un nuevo capítulo a la serie. El Ministerio iraní de Exteriores confirmó que el buque Sabiti, que porta un millón de barriles, sufrió dos ataques «desde un lugar cercano de su corredor de paso en el este del mar Rojo». El petrolero se encontraba a unos 100 kilómetros del puerto saudí de Yeda cuando se produjeron dos explosiones que «probablemente estuvieron causadas por impactos de misiles», según el comunicado de la National Iranian Tanker Company (NITC), operador que administra la flota de navíos petroleros de la república islámica. «Todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos», apuntó la NITC, que aclaró que no se produjo incendio alguno abordo.
Exteriores no hizo referencia al uso de misiles, pero su portavoz, Abas Musaví, denunció que no es el primer caso de este tipo ya que «en los últimos meses se llevaron a cabo otros actos de sabotaje contra petroleros iraníes en el mar Rojo y se están realizando investigaciones sobre sus autores». En palabras de Musaví «todas las responsabilidades de esta medida, incluida la contaminación ambiental en la región, recaen en quienes están detrás de esta peligrosa aventura».
Consecuencias financieras
Tras el incidente, el precio del crudo subió más de un 2 por ciento y el barril de Brent alcanzó los 60 dólares. La subida fue menor que la registrada el mes pasado cuando se produjo un ataque, también sin aclarar, contra las dos principales plantas petroleras de Arabia Saudí, una acción de la que Riad y Washington responsabilizaron a la República Islámica, aunque no aportaron pruebas concluyentes. Entonces el barril se disparó a los 70 dólares.
A principios de este mes y aprovechando la celebración en Moscú de la Semana Rusa de la Energía a la que acudieron, entre otros, representantes de países del golfo Pérsico, el presidente Vladímir Putin había tratado de reconciliar a Irán y Arabia Saudí, las dos potencias regionales enfrentadas. Aunque aún no hay acusaciones directas, el incidente de ayer en el mar Rojo frustra aparentemente ese movimiento táctico de Moscú.
Riad culpa a Irán de estar detrás de la incursión de artefactos voladores que bombardearon e incendiaron dos refinerías de Aramco el mes pasado, pero Teherán lo niega. En la conferencia de Moscú Putin reiteró en su alocución que Irán nada tuvo que ver con los ataques y se refirió a la «ausencia de pruebas reales».
Rusia mantiene tradicionalmente unas estrechas relaciones con Irán, pero ahora está en proceso de recomponerlas con Arabia Saudí, a donde Putin tiene previsto viajar este mes por segunda vez. Ya estuvo allí en 2007, siendo el primer mandatario ruso que viajaba al reino wahabí. Después, en 2017, el rey Salmán bin Abdelaziz, fue el primer monarca saudí en la historia que visitaba Rusia.
Guerra fría entre Irán y Arabia Saudí, y «caliente» entre Turquía y Siria. El avispero de Oriente Próximo se ha agitado más si cabe con la
Barril de Brent Tras el incidente en el Mar Rojo el precio del barril de crudo subió un 2 por ciento, hasta los 60 dólares ofensiva turca en Siria y con una nueva fricción con petroleros, que ponen más de evidencia la pérdida de crédito de EE.UU. en la región