Graphenstone, el antiplástico del mundo de las pinturas
La sociedad actual está viviendo momentos decisivos donde la concienciación sobre los peligros del cambio climático está en pleno auge. Por ello, es el momento de apostar por materiales sostenibles y saludables. Todos debemos actuar ante la necesidad de una acción inmediata.
En este contexto nace Graphenstone, una marca que revoluciona el sector de las pinturas huyendo del plástico. Antonio León , presidente y CTO de Graphenstone lo explica así: «Yo, como químico, me vi con la responsabilidad de contribuir a la lucha contra el calentamiento global. Lo hice desarrollando nuevas fórmulas que diesen a la industria de la pintura y al cliente final la posibilidad de adquirir productos al margen de las pinturas plásticas que contaminan y matan. Es el cuarto sector industrial del planeta que genera mayor cantidad de microplástico a los mares, ríos o acuíferos».
Graphenstone: La solución sostenible
«Lanzamos en 2013 los primeros productos al mercado y empezamos a revolucionar el sector de las pinturas a nivel comarcal, regional, nacional e internacional». Graphenstone comenzó así a vender productos fabricados con materias primas naturales y minerales, sin dióxido de titanio en la mayor parte de sus formulaciones, sin conservantes, sin disolventes y sin emisión de sustancias cancerígenas ni mutágenas.
Como destaca León, «los dos productos que lanzamos en nuestro inicio en 2013, Biosphere para fachadas y Ecosphere para interior, son productos que no producen un film plástico, que absorben CO2 y que purifican el aire. Gracias a ello, los muros de edificios, viviendas, colegios, hospitales, etc, pueden respirar y no crean condensaciones que producen hongos y bacterias, reduciendo así el riesgo de infecciones pulmonares, asma y otras dolencias».
«Graphenstone no es un producto, es una filosofía»
Con esta filosofía han llegado a vender su marca en más de 38 países en tan solo 4 años. Sus productos se comercializan actualmente en Leroy Merlin. En 2019, comenzaron a trabajar con Grupo Tkrom, desarrollando una línea de productos ecológicos en co-branding. Por esta gama han apostado los socios del grupo tales como Celso Míguez en Galicia, Hipopótamo en Zaragoza, POTS en Tarragona, Segopi en Madrid, Todo Pintura en Andalucía Occidental o Pinturas Andalucía en Andalucía Oriental. Cada día se suman más empresas que apuestan por la tecnología Graphenstone como el nuevo fabricante de pinturas anti-plástico y no tóxicas. «Se trata de una solución real para el futuro del sector mundial de los recubrimientos, para una generación verde de consumidores que construyen un mundo mejor» afirma con rotundidad.
Presente y futuro de la industria de las pinturas y recubrimientos
Actualmente, las compañías del sector pintura están invirtiendo grandes sumas de dinero en I+D+i para encontrar materias primas que sean biodegradables, plásticos que no generen huella y que la gestión de residuo sea totalmente verde.
Según expresa el CEO de Graphenstone «como químico del sector, y como muchos colegas que confirman mi opinión, lo veo como una auténtica locura, es una manera de lanzar la pelota sin sentido, sin construir un proyecto sólido a futuro.
Puedo lanzar al mercado una pintura plástica biodegradable que parezca una solución verde pero que no lo es. Es igual que colocar un generador eléctrico diésel para producir electricidad a un cargador de coche eléctrico. ¿Estamos locos?
Debemos consumir productos que sus materias primas no procedan de la industria alimentaria. Imaginemos toda la industria de las pinturas (400 billones de dólares) usando estas materias. ¿A qué precio pagaríamos la comida? ¿Pintarían los ricos sus casas mientras otros mueren de hambre? ¿A eso se le llama producto ecológico? ¿Esa es la nueva generación de las pinturas? Por favor, sed inteligentes y vivid con conciencia social y compromiso medioambiental».
«La Pintura Plástica Biodegradable suena a solución verde, pero es lo mismo que colocar un generador eléctrico diésel para que genere electricidad a un cargador de coche eléctrico. ¿Estamos locos?»