«Hora y media a pico y pala y otro centro de salud accesible»
La primera misión del teniente Zaragoza fuera de la base: liderar los trabajos contra el hielo y la nieve en Madrid
Quién le iba a decir al teniente Alfredo Zaragoza (23 años) que a los tres meses de salir de la Academia General Militar su primera misión fuera del cuartel de la Brigada «Guadarrama» XII sería «a pico y pala», en las calles de Madrid y a -4 ºC. El general invierno esperaba.
Todo ello, rodeado de un paisaje congelado en los barrios de San Blas, Moratalaz o en el Hospital de La Paz. Digno de una película apocalíptica aún, aunque los rayos de sol atemperan el drama. «Para eso estamos. Ante todo apoyamos en lo que se nos pida, a disposición de la sociedad y con vocación de servicio», resuelve este joven oficial del Ejército de Tierra del Arma de Artillería, que en el momento que habla con ABC se faja, junto a los miembros de su sección, en habilitar el Centro de Salud Artilleros.
70 militares, cuatro secciones
La tarea no requiere especial artimaña, eso sí, «hora y media a pico y pala para tener otro centro de salud accesible». Esa es la prioridad. Además de estos aperos para la misión «Apoyo temporal de nieve» –es el nombre militar que se le ha dado por ahora– los aproximados 70 miembros de la brigada antinieve cuentan con tres pequeñas máquinas con pala empujadora para quitar el «cristal de hielo».
«Nuestra jornada comenzó a las 7 de la mañana, cuando recibimos en la base de la Brigada “Guadarrama” XII la ruta de trabajo. Hoy son tres centros u hospitales: Las Rosas, en San Blas; Artilleros, en Moratalaz; y el Centro de Especialidades de La Paz», explica el teniente Zaragoza.
Una vez recibidas las instrucciones, esta brigada quitanieves, dividida en cuatro secciones, comienza los trabajos a las nueve de la mañana. Hasta las tres de la tarde despejan los tres citados centros de salud. Luego, a las seis y media de la tarde, recibirán nuevas instrucciones en la base de «El Goloso», situada junto a la localidad madrileña de Colmenar Viejo, para reanudar el trabajo de 21 h a 3 de la madrugada.
Ahí se esperan los -7 ºC. «El operativo es relativamente sencillo. Llegamos, hacemos un pequeño reconocimiento. Nos distribuimos por grupos y comenzamos a abrir los pasos en aceras o para ambulancias para hacer accesibles los centros de salud», relata el teniente.
Al igual que la Unidad Militar de Emergencias (UME), fajada en este tipo de misiones desde su creación hace 15 años, el Ejército de Tierra es parte del operativo del Ministerio de Defensa para paliar los efectos del temporal Filomena. Ha actuado desde el viernes por la noche, y en ciudades como Toledo o la propia Madrid.
Misiones
En total, y según cifras facilitadas por el Ministerio de Defensa al presidente Pedro Sánchez durante su visita a la UME, 1.488 militares y 392 vehículos se han movilizado en toda España (844 de ellos en Madrid) junto al resto de servicios de emergencia coordinados por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, para paliar la complicada situación en las comunidades autónomas de Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha.
Devolver la normalidad al aeropuerto de Barajas, las estaciones de Atocha y Chamartín, asistencia a conductores inmovilizados la noche del viernes en la M-40, el traslado de enfermos, habilitar el acceso a los centros hospitalaros, centros logísticos e infraestructuras esenciales han sido algunas de las misiones de las Fuerzas Armadas en estas últimas 72 horas de trabajos contra el general invierno.
A veces, surgen misiones inesperadas. «Cuando llegamos a una zona los vecinos nos piden acudir a algún garaje donde están atrapados coches o, como ha sido el caso aquí en Moratalaz, despejar la zona de una farmacia a la que no podía acceder el suministro». La primera misión de este joven artillero.