La CNMC cerca a las plataformas, aunque operen desde otros países
«Es un cambio muy relevante», que conlleva el control de empresas como Netflix, Amazon Prime Video y HBO
La CNMC quiere adaptar la legislación a la era digital. Entre sus objetivos destacan dos: vigilar más de cerca a las plataformas de vídeo bajo demanda y a los llamados influencers. De momento, ha presentado un informe sobre el anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual, a petición del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia pretende algo que las cadenas privadas reclaman desde hace tiempo: que las exigencias legales se equiparen para todos. Así, el anteproyecto amplía las obligaciones de financiación de obra audiovisual europea, incluso si los prestadores operan desde otros países de la Unión Europea. «Es un cambio muy relevante, que conlleva que la CNMC pase a controlar el cumplimiento por parte de empresas como Netflix, Amazon Prime o HBO».
Un obstáculo es que la normativa europea obliga a garantizar la «libertad de recepción» e impide obstaculizar las retransmisiones de los servicios procedentes de otros Estados miembros. La supervisión de lo que hagan estos prestadores corresponde a la autoridad de dicho país. Lo mismo sucede a la inversa, en canales establecidos en España que emiten hacia otros Estados. La CNMC cita a Disney/Fox, NBC y Sony, sometidos a su supervisión, al igual que Rakuten, Filmin, Flixolé.
Todo esto «va a tener gran relevancia en la regulación audiovisual de los próximos años», asegura la CNMC. La
Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual permite la «quiebra del principio de país de origen» y hará posible que la CNMC controle a Netflix y compañía. Competencia admite, no obstante, el problema de aquellos operadores que emiten desde fuera de la Unión. Hay propuestas para que se bloqueen sus contenidos, pero no hay nada resuelto al respecto.
La CNMC también lanza algún mensaje a las privadas y propone, para «favorecer la competencia», reducir la duración de sus licencias, ahora fijado en 15 años, y eliminar el sistema de renovación automática e indefinida.
El extenso documento, de casi un centenar de páginas, dedica gran atención a los influencers que difunden vídeos cortos a través de YouTube, Tik Tok, Instagram y Twitch. Tras analizar más de 600 vídeos, con más de 400 horas de visionado, se ha detectado en la mitad «la existencia de contenidos que pudieran vulnerar la normativa». En YouTube y Twitch en cuestiones de menores y publicidad, y en Instagram sobre todo en asuntos publicitarios.