Interior acerca al asesino de Ordóñez y al autor del atentado de la T4
El mismo día en que el Parlamento Vasco conmemoraba ayer el asesinato el 23 de enero de 1995 de Gregorio Ordóñez, Interior hacía público el traslado de su ejecutor de la prisión de Castellón a la de Cantabria. A las puertas del País Vasco, en cuyo entorno la Asociación de Víctimas del Terrorismo cuenta ya que están el 42 por ciento de los etarras encarcelados. Otro 15 por ciento, directamente dentro de esa región.
Juan Ramón Carasatorre cumple 30 años por matar a Ordóñez y suma 59 más por otros dos crímenes. No es el único de la lista de acercamientos de este viernes con delitos de sangre: Martín Sarasola, uno de los autores del atentado de la T4 en el que murieron dos personas y por el que fue sentenciado a 1.040 años de privación de libertad, será llevado de Jaén a Palencia. Junto a él consta Sergio Polo, que saldrá de la prisión de Ciudad Real para ingresar directamente en la penitenciaría de Álava a pesar de que sus 324 años de condenas, 187 de ellos por acabar en 1995 con la vida de Luciano Cortizo y participar en otros dos asesinatos.
Completan la remesa de traslados de esta semana Ibai Bobide, uno más de los que abandona la lejana cárcel gaditana de Puerto III y va a Burgos. Tiene en su haber ataques terroristas a sedes de partidos o haber colocado cuatro bombas en Cantabria en 2008. Figura también Gorka Vidal, que fue detenido en 2004 cuando transportaban en una furgoneta 536 kilos de explosivos para atentar en Madrid. Sale de Logroño para entrar en la prisión de Álava.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha acercado ya a 139 etarras, 57 de ellos con delitos de sangre.