España en las antípodas
Acudía ayer a estas páginas de Enfoque una imagen de un partido de exhibición de Rafa Nadal en Australia, previo al Open de Melbourne, en el que aparecían las gradas llenas de espectadores, sin distancia de seguridad ni mascarillas ni ningún otro síntoma de la «nueva normalidad» que vendió Sánchez hace ya casi tanto tiempo que no nos acordamos. Pero Australia está casi en las antípodas de España y no solo geográficamente. Aquí por el momento la situación sigue siendo muy preocupante. Playas cerradas incluso a los paseantes pese a la primavera prematura de estos días; manifestaciones de hosteleros con el agua al cuello por las restricciones que (como en Baleares) están matando una de las gallinas de los huevos de oro de la economía y, lo peor de todo, todavía con un parte diario de contagiados y fallecidos que nos retrotrae a los peores tiempos del 2020. El proceso de vacunación, que arrancó lento y lleno de incertidumbres, está provocando cierta ansiedad entre los ciudadanos a los que el presidente del Gobierno les prometió que todo iba a funcionar. Desgraciadamente, ya son varias las residencias de ancianos (dos de ellas en Madrid) en las que la muerte ha vuelto a llegar como un vendaval. En Australia, 900 fallecidos desde marzo pasado; aquí vamos camino de los 90.000. Qué lejos estamos aún. Á.M.