Iberia utilizará Air Europa para convertir Barajas en una puerta a Asia
Plan de recuperación europeo La aerolínea pretende diversificar rutas para depender en menor medida de Iberoamérica
Todas las miradas están puestas en Iberoamérica, pero lo cierto es que la operación entre Iberia y Air Europa toma rumbo hacia Asia. La aerolínea pretende diversificar sus rutas tras la operación y explotar mercados como China, donde la crisis del coronavirus es menos crisis y la clase media crece cada año que pasa.
La antigua compañía de bandera ha insistido en que una operación como la compra de Air Europa es única y no tiene nada que ver con los procesos de consolidación que se están produciendo en sectores como el bancario. «Se trata de sumar aviones y destinos, no de recortar», explican fuentes cercanas a la compañía. Es decir, los planes de la empresa pasan por sumar los aviones de largo radio que utiliza Air Europa a su flota para racionalizar su red de destinos.
Las conexiones hacia Iberoamérica están cubiertas. Es un destino estratégico en el que ambas aerolíneas cuentan con un catálogo extenso. Por ello, en el futuro cobrarán más importancia destinos hasta ahora secundarios, como Asia y África. Desde la empresa han destacado que su intención es «desplegarse 360 grados», no solo en el continente americano.
En el centro de esta estrategia se encuentra el aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid
Barajas. Iberia pretende convertir la infraestructura en un «hub» europeo al nivel de París, Ámsterdam y Fráncfort. Y, para ello, considera imprescindible incrementar las conexiones con Asia, un mercado pujante que, aunque ha crecido con fuerza en los últimos años, todavía tiene una presencia residual en Barajas. El año pasado, de hecho, ni siquiera aportaba alguna ruta a los diez primeros destinos por países de los aviones que despegaron desde el aeropuerto.
Antes de que estallase la pandemia, Asia era señalado en el sector aéreo como uno de los mercados más pujantes. La previsión pasaba por un crecimiento medio anual del tráfico del 5,5%
Crecimiento
Antes del virus, IATA vaticinaba una media anual de crecimiento del 5,5% para el mercado asiático
entre 2016 y 2036, según los datos de la patronal internacional IATA. El coronavirus ha echado por tierra estos cálculos. También es cierto que la pandemia ha sido más benévola con este mercado que con el resto.
La propia IATA vaticina que la recuperación del mercado asiático será más rápida que la del europeo y podría reconquistar en 2023 el volumen de vuelos registrados en el año anterior a la pandemia. Como ejemplo ponen el mercado interior de China, cuna del virus, que ya recobró en septiembre y octubre los volúmenes de tráfico nacional producidos en los mismos meses de 2019. En este caso concreto, se espera que el restablecimiento de los desplazamientos hacia el extranjero se efectúe a ritmo similar en cuanto el resto del mundo abra sus puertas.
Desde el organismo internacional también explican a ABC que el mercado asiático se ha convertido en uno de los centros de gravedad de todo el mundo, impulsado por países como China, la India y Tailandia. «Son mercados emergentes muy poblados de la en los que cada vez más y más personas tienen acceso al transporte aéreo. Las personas de esos países también se benefician de la mejora del nivel de vida, lo que les permite viajar con más frecuencia», explica a este periódico una fuente de la organización.
Objetivo turístico
Pero lo cierto es que Asia no es solo un reto para Iberia, sino también para el turismo español. En juego están algunos de los mercados más pujantes en cuanto a gasto a nivel mundial. No es baladí. Como ejemplo, la imponente expansión del turismo chino, que desde 2010 hasta antes del Covid-19, quintuplicó su gasto turístico en viajes internacionales hasta situarse en el líder indiscutible a nivel mundial. Así, al cierre de 2019 ya superaba los 250.000 millones de dólares anuales y doblaba la cifra conseguida por los visitantes al extranjero del segundo país en este ranking, Estados Unidos, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
A destacar también el gasto turístico de otros mercados como el de la República de Corea, en el top 10 mundial con más de 30.000 millones de dólares en 2019, además del japonés, que superó los 20.000 millones en el año anterior a la pandemia.
Pero el auténtico «botín» de estos mercados se encuentra en la calidad de sus bolsillos. Solo en el caso concreto del turista chino en España, se tradujo en un gasto de 2.563 euros de media por cada visitante procedente de China a nuestro país, según los datos de la Asociación de Turismo EspañaChina (Atec). Una cifra que duplica, por ejemplo, a la del desembolso del turista alemán y cuadruplica a la del francés.