El Aula de Cultura de ABC desmonta los mitos de la Inquisición
Iván Vélez presenta su nuevo libro, donde combate las mentiras sobre el Santo Oficio
Fray Tomás de Torquemada, inquisidor general de 1478 a 1498, representa todos los vicios que la Leyenda Negra atribuye a los españoles: fanático, traidor, cruel, ignorante… Los adjetivos nunca son lo bastante elevados contra este dominico que, como ha descubierto el investigador Iván Vélez en ‘Torquemada. Una historia del Santo Oficio’ (La Esfera de los Libros), nadie se ha molestado en historiar. Ni sus partidarios, si es que los tuvo, ni sus enemigos, que los tiene a montones, se han entretenido en respaldar con datos sus juicios de valor.
El escritor, arquitecto e investigador de la Fundación Gustavo Bueno presenta hoy a las 19.30 horas en el Aula de Cultura de ABC su última obra, donde combate los grandes mitos sobre el Santo Oficio y bucea en sus orígenes. «Ya habían existido otros inquisidores generales anteriores a Torquemada. Lo que él hace novedoso es sistematizar e introducir orden en un tribunal que no es un proyecto suyo, sino una petición que llevaban reclamando distintas instituciones cristianas desde el reinado de Enrique IV en Castilla. Su etapa al frente del Santo Oficio se inscribió en el momento álgido de las conversiones forzosas», afirma Vélez, que evita etiquetar al confesor de Isabel La Católica como «fanático» o «villano».
«Ponerle ciertas etiquetas sería como dar a entender que la Inquisición nació por capricho suyo, cuando estamos hablando de una persona que estaba dentro de una orden regular, que ya de por sí le establecía unas normas de vida, y que debió moverse por un reglamento existente. No inventó nada en cuanto a la persecución de la herejía, solo reformuló normas en un tiempo en el que la tolerancia religiosa, tal y como se concibe hoy, no existía», considera Vélez, cuyo encuentro digital será presentado y moderado por Javier Arjona.
Más allá de los estereotipos, en su mayoría negativos, que se le atribuyen a Torquemada, resulta un rompecabezas formar una biografía solvente del inquisidor más famoso. «Sabemos muy poco de él y falta contextualizar lo que fue la Inquisición. Suena muy polémico, pero hay que recordar que aquí no hubo guerras de religión como las que asolaron Europa precisamente como consecuencia de la actuación reglada de estos tribunales», señala el investigador, que incide en que en España hubo «expulsiones en vez de matanzas».
La otra Inquisición
La presencia multitudinaria de la Inquisición española en novelas, películas y leyendas no corresponde con el número de condenados a muerte, el ratio de acción y los procedimientos (más garantistas que otros tribunales del periodo) del auténtico Santo Oficio. «Tenemos la imagen de unos torturadores sádicos y eso de ninguna manera fue así. Era un tribunal muy garantista para el periodo en el que nació, con posibilidad de recusación, protección de testigos, tortura totalmente reglamentada y, eso es verdad, con secreto de sumario debido a que en la comunidad judía existía la ‘malsinería’ (la posibilidad de tomar represalias contra alguien que atacara su fe)», recuerda el autor.
Como señala Vélez, buena parte de los objetos de tortura que se muestran en los llamados museos de la Inquisición, que saltean la geografía española y también la de Hispanoamérica, son «fraudes, cosas apócrifas, que nunca se usaron». El Santo Oficio tenía un manual de procedimiento que estipulaba solo tres tipos de tortura.
Para seguir el encuentro del Aula de Cultura con Iván Vélez es necesario registrarte previamente en la web http://auladecultura.abc.es/
Contexto «Aquí no hubo guerras de religión por la actuación reglada de estos tribunales»