«Los asentamientos en Marte están a la vuelta de la esquina»
Juan Manuel Madariaga Director del grupo IBeA de la UPV
Cráter Jezero «La zona de aterrizaje es clave: un antiguo sistema fluvial en el que pudo haber vida»
► El equipo participa en el instrumento SuperCam de la misión de la NASA que aterriza hoy en Marte
Esta noche, a las 21.00 horas en España, la misión Mars 2020 intentará aterrizar en la superficie marciana. En su interior, viaja el nuevo rover de la NASA, ‘Perseverance’. Llamado a reemplazar al incombustible ‘Curiosity’, es la nueva esperanza para responder a la pregunta de si alguna vez hubo vida en Marte. Y, para conseguirlo, España ha puesto su granito de arena: varias universidades han colaborado en el proyecto, incluido el equipo de investigación IBeA de la Universidad del País Vasco, cuyo trabajo ha consistido en verificar la homogeneidad de las muestras minerales incluidas en la tarjeta de calibrado del instrumento SuperCam, que permitirá analizar ‘in situ’ los materiales geológicos a lo largo de la misión, algunos de los cuales serán recogidos y devueltos a la Tierra. Juan Manuel Madariaga, catedrático de Química Analítica y director del grupo de investigación IBeA, charla con ABC sobre las expectativas de la misión y la ciencia que nos espera desde Marte.
—¿Hay nervios por el aterrizaje?
—Más que nervios, hay expectación. Estamos bastante seguros de que aterrizará sin problemas, pero siempre hay una posibilidad de que todo lo que hemos hecho se vaya al garete. De momento, trabajamos pensando en que todo va a salir bien y ya estamos preparados para empezar las operaciones desde el minuto uno.
—¿Qué esperan encontrar?
—Todo apunta a que hallaremos unos compuestos inorgánicos que, casi con toda seguridad, podrían almacenar moléculas orgánicas. La elección del sitio de aterrizaje es clave: el cráter Jezero tiene los restos de un sistema fluvial importantísimo, posiblemente un antiguo delta. Y hay muchas posibilidades de que contenga huellas de vida pasada. —¿Entonces cree que está cerca el momento en el que podamos decir que hemos encontrado restos de vida en Marte? —Puede darse el caso de que adonde vamos, no encontremos nada. O puede que sí. Lo cierto es que solo puedes descartar o afirmar cosas sobre el lugar al que vas, y aún hemos ido a pocos sitios en Marte.
—¿Y dónde nos queda por mirar?
—Hay un fuerte debate entre la comunidad científica sobre dónde están los sitios más prometedores. Y la ESA va a visitar dentro de dos años una superplaya marciana donde han quedado restos sedimentarios en prácticamente toda la superficie, un lugar totalmente distinto. Y hay muchos sitios más: por ejemplo, hasta ahora pensábamos que solo había agua en los polos, pero recientemente se ha descubierto que en la zona del ecuador existe una reserva de agua congelada subterránea de kilómetros y kilómetros cuadrados de extensión. Y, seguramente, cuando llevemos humanos a Marte a partir de 2030, tendremos candidatos diferentes a los de ahora.
—¿Somos capaces de enviar ya personas a Marte?
—Es una cuestión básicamente económica, porque creo que estamos preparados para abordar este tipo de retos. Una de las cosas más alucinantes que hemos hecho ha sido poder trabajar en la frontera del conocimiento tecnológico, porque no existía ningún equipo capaz de hacer lo que hace SuperCam. Pero evidentemente se necesita un respaldo económico. Tampoco conocemos si habrá crisis o incluso nuevas pandemias en el futuro, y cómo podrían afectar a las misiones espaciales.
—¿Qué misterios nos depara aún Marte, además de saber si alberga vida (pasada o presente) o no?
—¡Hay muchísimos! Desde cómo funcionan los distintos ciclos de los elementos como el oxígeno o los volátiles a cómo actúan los agentes oxidantes en Marte o los ciclos de las tormentas. Y, por supuesto, dónde y cómo está el agua, porque no solo se encuentra en forma de hielo. Sabemos poco. Fíjate que todavía no conocemos todo acerca de la Tierra con la cantidad de años que llevamos aquí. Allí solo han ido doce misiones con éxito. Lo que nos queda por delante es mucho por aprender y ahí viene la gran aventura de llevar hombres y crear una base permanente. Lo del turismo espacial aún es un poco ciencia ficción, pero el asentamiento humano, primero en la Luna y luego en Marte, están a la vuelta de la esquina. A partir de ahí empezaremos a conocer un montón de cosas más.