El Manchester United detroza a la Real
Los ingleses golean en Turín (0-4) a la contra y convierten la vuelta en una quimera para los donostiarras
El sufrimiento de los equipos españoles en Europa no cede, superados por un fútbol de músculo y ritmo que castiga sin mesura el toque y el juego estático. Barrió el Manchester United a la Real (0-4), un equipo al que se le desdibujaron las líneas rápidamente y para el que los ingleses fueron hologramas, inalcanzables en sus contras.
Como Aníbal en los Alpes, con ansias de fuego y sangre, se plantaron Real Sociedad y Manchester United en Turín. Decía Mikel Merino en la previa que el fútbol inglés es más de batalla, un sentimiento en el que los vascos parecieron impregnarse para enfrentarse al segundo clasificado de la Premier. Tres ocasiones en un minuto repartidas entre los dos equipos. Una delicia. Pese a que los donostiarras aceptaban el reto del partido de área a área, la Real añoraba el control del esférico, la pausa somnífera y el eléctrico acelerón combinativo. No les dejaba el United, demostrando buena planta en Italia. Los ingleses, que viven de la cultura futbolística del país que representan, disfrutaban en exceso del panorama.
El partido se medía en balones largos y espacios anchos. Remiro solventó un gran mano a mano contra McTominay (excelente centrocampista) y acto seguido, otro contra Rashford, una sombra el inglés a espaldas de la zaga ‘local’ anoche. Fue precisamente esa zona muerta, entre defensa y guardameta, la que provocó el primer tanto en el minuto 27. Un pase de Rashford desde la banda y un ridículo golpe entre varios jugadores de la Real dejó el balón a un solitario Fernandes, que puso luz a la confusa jugada. No hubo reacción inmediata, aunque sí algo más de sosiego. Merino y Silva, conductores habituales del juego de su equipo, cogieron algo más de peso y desviaron el partido hacia el descanso.
Sin mejoría
No llegaban los defensas de la Real a los voluminosos y ágiles movimientos de los puntas del Manchester United, especialmente Monreal, superado por James y Greenwood. Aguardaban los de Solskjaer, sin necesidad de llenarse de balón, tan solo atentos al fallo rival. Tardaron 13 minutos tras la reanudación en anotar el segundo gol, una contra bien llevada a seis piernas, de izquierda a derecha, indetectable para los vascos. Fue Fernandes de nuevo, con VAR de por medio, quien hizo el siempre complicado 0-2, pues La Concha no adornaba el escenario, pero la Real ya había encajado dos tantos como local. Y aún quedaba. Un par de jugadas después, los ingleses solo necesitaron de dos pases, de portero a medio y de medio a delantero, para anotar el tercero, obra de Rashford. El definitivo 0-4 lo hizo James en el descuento. Emborronados y perdidos, muy superados los donostiarras.