EE.UU. y la UE suprimen los aranceles por los subsidios a Boeing y Airbus
La medida es una consecuencia de un acuerdo entre Bruselas y Washington
El vino y el aceite español son dos de los sectores más beneficiados por la eliminación, de momento durante cuatro meses, de los aranceles que se habían puesto mutuamente por las ayudas de estado a Boeing y Airbus.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de EE.UU., Joe Biden, han acordado este viernes la suspensión durante cuatro meses de los aranceles derivados de la disputa entre las aerolíneas Airbus y Boeing.
«Como símbolo de un comienzo de cero, el presidente Biden y yo hemos acordado suspender todos nuestros aranceles impuestos en el contexto de las disputas Airbus-Boeing, tanto en productos de aviación como en los que no o son, por un pedido inicial de cuatro meses», anunció Von der Leyen en un comunicado.
La Casa Blanca confirmó el acuerdo en un comunicado en el que se asegura que ambos líderes buscarán a partir de ahora «trabajar para resolver estas viejas disputas en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
EE.UU. y la Unión Europea están enfrentados en una pelea comercial por las ayudas y subsidios de los europeos al consorcio Airbus que, según Washington, supone competencia desleal con el gigante aeronáutico estadounidense Boeing. En octubre de 2019, la OMC dio la razón a Boeing y dictaminó que EE.UU. podía sancionar a las exportaciones europeas con aranceles por un importe de 7.500 millones de dólares por los perjuicios causados. El Gobierno de Donald Trump, que fue muy agresivo en materia comercial y emprendió guerras arancelarias con buena parte de sus socios, incluidos China y la propia Unión Europea, utilizó el dictamen de la OMC e impuso aranceles.
Entre otras exportaciones, las medidas estadounidenses afectaron a exportaciones estratégicas de España, como el aceite de oliva y el vino, que están sujetas a aranceles del 25% en su entrada en el mercado de EE.UU.
Un gran paso
Los gravámenes a las exportaciones europeas fueron contestados con aranceles a productos estadounidenses por parte de la Unión Europea, que impuso tasas en noviembre pasado por valor de 4.000 millones de dólares. Afectaban con un 15% a los productos de Boeing y con un 25% a exportaciones estadounidenses como tabaco, licores y maquinaria industrial.
La ministra de Comercio, Reyes Maroto, valoró la suspensión de los aranceles como «un gran paso para llegar cuanto antes a una solución definitiva en el seno de la OMC y lograr levantar definitivamente unos aranceles que están lastrando a la industria aeronáutica y agroalimentaria española».
Según Maroto, el Gobierno de España ha estado «meses reclamando a EE.UU. que tome las medidas adecuadas». La derrota de Trump en las elecciones del pasado noviembre y la llegada de Biden a la Casa Blanca han sido recibidos como una posibilidad de reconducir las relaciones entre EE.UU. y el bloque europeo. Sin embargo, en el caso de España, la relación diplomática ha comenzado con dificultades. Pedro Sánchez ha sido uno de los pocos líderes europeos que no ha recibido todavía la llamada telefónica de Biden, mientras que una treintena de ministros de Exteriores hablaron con el nuevo jefe de la diplomacia de EE.UU., Antony Blinken, antes de que lo hiciera Arancha González-Laya.
Los aranceles al campo español fueron especialmente nocivos, ya que le ponía en desventaja con otros competidores europeos, como Italia, Grecia o Portugal. Como consecuencia de los gravámenes, la exportación del aceite de oliva español a EE.UU., por ejemplo, cayó un 80% el año pasado respecto a 2019. Eso a pesar de que la demanda por el aceite de oliva crece de forma vertiginosa en EE.UU., con un aumento de algo más del 19% solo el año pasado. La suspensión temporal y quizá la resolución definitiva del conflicto podrían permitir a este y otros productos clave para la economía española –como el vino y el queso– recuperar parte del territorio perdido.
Guerra comercial
EE.UU. y la UE están enfrentados en una pelea comercial por los subsidios al consorcio Airbus