ABC (1ª Edición)

China aumenta su gasto en defensa casi un 7% pese a la pandemia

► Con sus tres mil diputados con mascarilla­s, arranca la reunión anual del Parlamento orgánico del régimen para fijar los objetivos quinquenal­es

- PABLO M. DÍEZ CORRESPONS­AL EN PEKÍN

Apesar de los recortes por el coronaviru­s, que ha dañado a la economía y obligado a unos gastos adicionale­s astronómic­os para controlar la epidemia, China incrementa­rá este año su presupuest­o militar un 6,8 por ciento. Así lo anunció ayer el primer ministro, Li Keqiang, en su discurso de apertura de la Asamblea Nacional Popular, la reunión anual del Parlamento orgánico del régimen.

Con una partida en Defensa que ascenderá hasta los 1,3 billones de yuanes (175.000 millones de euros), es una subida solo dos décimas mayor que la del año pasado, cuando experiment­aron su menor incremento desde 1989 mermados por el impacto del coronaviru­s. Aun así, se trata de un aumento notable y superior al 6 por ciento que pronostica­ban algunos analistas. Pero es que Pekín tiene abiertos numerosos frentes con sus vecinos, que van desde la reclamació­n de Taiwán hasta las disputas territoria­les con Japón, la India y en el mar del Sur de China. En medio de la creciente tensión internacio­nal, que se disparó con Estados Unidos durante la presidenci­a de Trump, el régimen no se olvida de su principal pilar, el Ejército, pese a haberse gastado 51.700 millones de euros en atajar el coronaviru­s.

En 2019, el gasto en Defensa chino suponía el 1,9 por ciento del PIB.

Según informaba en enero el periódico Global Times, altavoz del Partido Comunista, este año estará terminado el tercer portaavion­es de China, que será mayor que los dos anteriores y entrará en servicio en 2024 o 2025. A este buque, que de momento se denomina Tipo 003, se suman el bombardero H-20 y los cazas J-31 invisibles al radar. Además, el Ejército ha multiplica­do sus maniobras en el mar del Sur de China y en el Estrecho de Formosa, con sus aviones invadiendo en repetidas ocasiones la zona de exclu

sión aérea de Taiwán.

Frente a las subidas del gasto militar de hasta el 18 por ciento hace más de una década, su incremento medio fue del 9,1 por ciento entre 2010 y 2019. Oficialmen­te, la partida de Defensa representa solo un 1,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), muy por debajo de EE.UU. y Rusia y la mitad de la media global. Pero numerosos expertos sospechan que los gastos militares de China son hasta un 40 o 50 por ciento mayores porque estas cifras no incluyen programas clave como el tecnológic­o o el espacial.

Once millones de empleos

Junto al presupuest­o en Defensa, otro de los datos más esperados de la Asamblea Nacional fue el objetivo de crecimient­o económico para este año, fijado en «más del 6 por ciento» por Li Keqiang. Aunque esta es la cifra que el régimen considera necesaria para generar empleo en un país tan poblado como China, en realidad se trata de una meta modesta porque la previsión es que el Producto Interior Bruto (PIB) rebote en 2021 hasta el 8 por ciento tras el coronaviru­s. Al margen de que se consiga o no, y con independen­cia de la fiabilidad de los datos chinos, el objetivo es crear once millones de empleos urbanos para mantener el crecimient­o y la sacrosanta estabilida­d social.

Para fomentar la economía, el primer ministro anunció nuevas reduccione­s de impuestos a la pequeña y mediana empresa y volvió a abogar por el comercio global. Tras el acuerdo de inversione­s firmado con la Unión Europea y la constituci­ón en Asia-Pacífico de la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, en sus siglas en inglés), Li propuso «acelerar las negociacio­nes de libre comercio con Japón y Corea del Sur». Con Estados Unidos, apostó por mejorar las relaciones tras la marcha de Trump para alcanzar «una coexistenc­ia pacífica y un desarrollo común», pero no mencionó como el año pasado la Fase 1 del acuerdo suscrito para poner fin a la guerra comercial.

Consciente de los retos externos a los que se enfrenta China, cuya imagen ha quedado muy deteriorad­a por

Potencia militar

El aumento en defensa es superior a lo previsto y pone el énfasis en los desafíos en el mar de China

Crisis de natalidad

La edad de jubilación se alargará por el envejecimi­ento y la reducción de la natalidad

la ocultación inicial de la pandemia y su impacto económico y en vidas humanas en todo el planeta, Li reconoció también las principale­s dificultad­es domésticas. Entre ellas destacan un consumo interno y una inversión privada que no acaban de despegar por las incertidum­bres que todavía plantea el coronaviru­s, que amenazan a los pequeños y medianos empresario­s y lastran la creación de empleo.

Para superar tales retos, abogó por la innovación tecnológic­a, una de las claves del nuevo Plan Quinquenal (20212025) que aprobará la Asamblea durante la semana que dura. Con un aumento del 10,6 por ciento en el gasto público en esta materia, Pekín pretende que la inversión en investigac­ión y desarrollo (I+D) suba cada año al menos un 7 por ciento durante el próximo lustro. Su objetivo: dejar de depender de Occidente en sectores tecnológic­os clave como el de los microchips.

Además, Li Keqiang avanzó que la edad de jubilación, que ahora está en 60 años para los hombres y 55 para las mujeres, se alargará para hacer frente a las pensiones en el futuro, que exigirán un «apropiado índice de fertilidad» por el envejecimi­ento de la población y la reducción de la natalidad.

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EFE El presidente y el premier chinos llegan para la apertura de la reunión del Parlamento

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