Víctimas del terrorismo y de Sánchez
ETA no solo existe, sino que tiene más poder que nunca y condiciona la actuación del Gobierno
MIENTRAS escribo, viernes a media mañana, el Ministerio del Interior está acercando a cinco criminales de ETA a cárceles del País Vasco o próximas a dicha comunidad, que servirán se estaciones de paso antes de su puesta en libertad prematura, acordada con la organización terrorista primero por Zapatero y ahora por su delfín. Con ese propósito ha pactado Sánchez la cesión de la política penitenciaria al ejecutivo vasco, que será el encargado de soltar a los etarras y proporcionarles ‘trabajo’ y sueldo a cargo del contribuyente. Antes de que acabe el año estarán libres los más sanguinarios, la hez de la hez, quienes se mofaban del dolor causado desde el banquillo de la Audiencia Nacional. Ninguno cumplirá su pena.
Algunos medios, pocos, llevamos semanas denunciando ese goteo infame de asesinos, secuestradores, torturadores y demás ralea perteneciente a la misma organización que Arnaldo Otegui, socio destacado del presidente que el jueves tuvo la desvergüenza de orquestar un espectáculo obsceno destinado a engañar a incautos aparentando hacer exactamente lo contrario de lo que su Gobierno está haciendo, que es cumplir al pie de la letra las condiciones impuestas por ETA para encumbrarle hasta la Presidencia y aprobarle los Presupuestos. Por ETA, sí, complejo criminal poliédrico dentro de la cual se encuadran Bildu y Sortu, antes llamadas Batasuna, Herri Batasuna o cualquiera de los otros nombres empleados para denominar una misma estructura dedicada a perseguir la independencia del País Vasco por los medios más útiles en cada momento, al margen de su legalidad o licitud democrática. Quien tenga algún interés por conocer la verdad puede buscar en Google información sobre el sumario 18/98, instruído por el fiscal Enrique Molina con ingente material probatorio aportado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, donde quedó sobradamente acreditada la multiplicidad de tentáculos de los que disponía la banda para llevar a cabo sus fines. El dedicado al tiro en la nuca era simplemente uno más; ni el único ni el más importante. Es significativo a este respecto que el ramal político de la mafia jamás haya condenado la actuación de su brazo armado. De hecho, se enorgullece de esos verdugos a quienes tributa homenajes públicos en los ayuntamientos que gobierna. Si la serpiente ahora no mata es porque no le conviene.
ETA no solo existe, sino que tiene infinitamente más poder del que jamás se atrevió a soñar. ETA gobierna múltiples instituciones, decide lo que se hace en Navarra y condiciona al gobierno Frankenstein. ETA estuvo en el origen del proceso golpista catalán (Josu Ternera y Carod Rovira en Perpiñán) y asesora a ERC, llamada a encabezar el nuevo govern, en su estrategia de ruptura de España aprovechando la debilidad y falta de escrúpulos de un presidente traidor. ETA nunca entregó las armas exhibidas sin pudor por un Sánchez que escarnece con su apisonadora a las víctimas y presume de haber derrotado a quien le tiene a su merced.