«Aquí nadie dijo, como hizo Boris Johnson, que no íbamos a ceder un gramo de Roca»
José Manuel García-Margallo Exministro de Asuntos Exteriores
► El eurodiputado cree que España perdió la batalla por la soberanía de Gibraltar con el PP
Fueron días duros. Así recuerda el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, su salida del ministerio. Ya sabía que una de las banderas de su gestión, Gibraltar, no iba a ser una prioridad a partir de entonces. Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, ha escrito junto a Fernando Eguidazu, «Gibraltar, la segunda rendición» (Almuzara, 2021), donde dejan por escrito el que hubiera sido su plan para que el Peñón volviera a ser español.
—¿Le da la sensación de que el preacuerdo por Gibraltar se parece a su propuesta, aunque se deja en el tintero aquellas condiciones que menos gustaban al Reino Unido?
—En cualquier negociación tienes que saber qué quiere cada uno y sólo cuando cada parte sabe eso, en lo que puede ceder y a cambio de qué, puedes negociar. El Reino Unido quería mantener la soberanía, la jurisdicción y una base militar que no le costase dinero. Gibraltar quería mantener la soberanía británica y continuar en el mercado interior. Los dos tienen lo que querían. España tenía la posibilidad de iniciar el proceso de recuperación de la soberanía con una fórmula transitoria de 40 años de cosoberanía en relaciones exteriores, defensa, asilo, inmigración y fronteras, doble nacionalidad y una zona especial que incluyese el Peñón y el Campo de Gibraltar. Pero no ha conseguido nada.
—¿España tiene complejo de inferioridad ante el Reino Unido?
—Cuando pregunté por esto me dijeron que era un lío, que si perdimos Gibraltar hace 300 años es obvio que no nos lo iban a devolver con una caja de bombones. Yo le dije a Rajoy que teníamos que pelearlo, pero los británicos estaban muy convencidos de que España jamás ha defendido ningún tema con tenacidad y determinación. Tampoco el de Gibraltar. Aquí nadie ha dicho, como hizo Boris Johnson, que no íbamos a dar ni un gramo de Roca (...) La otra argumentación que recibí era que había que llevarse bien. Bueno, sí, vale, la paz siempre es posible, basta con rendirse. Si no pides nada, tu adversario estará encantado.
—¿Que margen tiene Europa a partir de ahora?
—El otro día, en Bruselas, empecé diciéndoles a los eurodiputados que no iba a hablarles de soberanía, ya que seguramente pensarán «si es un tema que no le importa al Gobierno de España, por qué nos va a importar a nosotros». Y les hablé de lo que les importa, que es que haya paraísos fiscales en la Unión. Y claro, en Europa no van a tolerar que haya un paraíso fiscal en la puerta de casa. Y si no hay un paraíso fiscal, el modo de vida de la tercera renta per cápita del mundo, Gibraltar, termina.
Oportunidad perdida «España tenía la posibilidad de iniciar el proceso de recuperación de la soberanía de Gibraltar (...) pero no ha conseguido nada»
—Laya, en la comisión del Congreso donde explicó el preacuerdo, dejó entrever que a cambio de no renunciar a la soberanía, España ha conseguido otras cosas.
—No ha podido sacar nada que no hubiéramos podido sacar solos. El acuerdo fiscal, que es el que reivindica Laya, fija normas sobre residencia en España, algo que puede hacer España unilateralmente. Dice que Gibraltar se compromete a cumplir con las obligaciones de información fiscal, pero es que si no lo hace, la OCDE le pone 18 cruces. ¿Qué da Gibraltar que no hubiera podido conseguir España? Nada.
—¿Qué opinan sus colegas de otros países de la Unión sobre este preacuerdo sobre Gibraltar?
—Recuerdan la lata que dimos para que el acuerdo entre la Unión y el Reino Unido no se aplicara a Gibraltar y, después de que nos dieran la llave en este proceso, dicen que si todo ha sido para esto. Y es que hay una incoherencia. Das la pelea para tener la sartén por el mango, te la dan, y cuando la tienes, en vez de reclamar tus derechos, renuncias a reclamarlos. No entienden nada.
—¿Qué hubiera pasado con usted? ¿Hubiera estado dispuesto a decirle a Reino Unido que no había acuerdo aunque se acabara el plazo?
—Pues no hay acuerdo, Gibraltar pasa a ser un país tercero y se le aplica esa reglamentación. Saben que es peor. ¿Que lo hubiese conseguido? Yo creo que sí, pero de lo que estoy seguro es que hubiera peleado un mejor acuerdo por Gibraltar.
—¿Se podía esperar un esfuerzo del PSOE en un tema que no le gusta cuando el PP no siempre lo ha hecho?
—Eso ya lo cierra Dastis. Cuando Dastis dice que renuncia a plantear la cuestión de la soberanía de Gibraltar, el tema está perdido. Y hasta hoy.
—¿Qué piensa de Picardo?
—Que ha ganado. Pero ahora tendrán que contar quién dice la verdad, si Laya o Picardo. Porque Laya dice que España va a tener la última palabra en los controles que se pasen en el puerto y el aeropuerto. Supongo que lo dice porque España es el país vecino y es obvio que el país vecino es el responsable de que se cumpla Schengen. Pero nada más. Por el otro lado, Picardo ha dicho que en Gibraltar no va a haber ni un solo funcionario español.
—¿La cuestión de la soberanía de Gibraltar nos deja muy heridos de puertas hacia fuera?
—El problema es lo heridos que estamos dentro. El problema es qué quiere España o qué España queremos. Ese es el problema. Si hubiese un sentimiento patriótico, que sé que parece muy anticuado, todo sería más sencillo.
El papel de Europa «En Europa no van a tolerar que haya un paraíso fiscal en la puerta de casa. Y si no lo hay, el modo de vida de Gibraltar termina»