La Comisión 8-M pide la dimisión de Franco: «Prohíbe con excusas»
La razón sanitaria «no es más que una excusa. Hay una motivación política en prohibir las movilizaciones del lunes». Así se expresa Arantxa López y el resto de las integrantes de la Comisión 8-M en Madrid, que aseguran que entregaron varias alternativas –todas «legales»– a la Delegación del Gobierno en Madrid para poder celebrar el Día de la Mujer sin incidentes y sin poner en peligro la salud pública.
Entre esas opciones estaban la descentralización de la marcha, transformar las manifestaciones en concentraciones, reducir horarios y aforos. «Un aforo muy reducido, casi ridículo si lo comparamos con los hacinamientos en el transporte público o la concentración de personas en centros comerciales», compara la plataforma feminista en un comunicado. Después de haber recibido el ‘ok’ hace días, el pasado jueves las entidades de mujeres recibieron el sonoro revés del delegado José Manuel Franco. La plataforma convocante de la manifestación mayoritaria en el país anuncia que recurrirán esa decisión, a la espera de un pronunciamiento judicial previo a la interrupción de los actos previstos en la agenda feminista.
«Vamos a usar todas las herramientas legales para conseguir salir este 8 de marzo con los permisos correspondientes y todas las garantías sanitarias. Si hay alguien que sabe lo que es luchar, somos las mujeres, y vamos a pelear por nuestro derecho a manifestarnos», anunció la Comisión del 8-M. «El feminismo resiste. Nos obligan a desconvocar las plazas, pero no podemos desconvocar la lucha feminista –protestaron las organizaciones–», antes de revelar que, de momento, se quedarán en la lectura de un manifiesto (el lunes a las 20.00 horas) que recogerá todos sus reclamos.
En un acto sobre la igualdad en las Fuerzas de Seguridad, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la autoridad responsable de las delegaciones de Gobierno, se vio ayer envuelto en la controvertida desautorización de las marchas, puesto que solo se han prohibido las concentraciones en la Comunidad de Madrid. Marlaska convino en que manifestarse es «un derecho básico», pero esta vez «no se puede permitir un retroceso». El ministro no tiene «temor a disturbios», aunque ayer una veintena de feministas ocuparon la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, informa I. Medina.