La Berlinale estrena un palmarés sin distinción de género
La película rumana ‘Bad Luck Banging or Loony Porn’, de Radu Jude, gana el Oso de Oro
La más soez de las actitudes públicas en privado es mera anécdota de la grosería en comparación con el hecho de que esa misma escena se convierta en un vídeo viral a través de las redes sociales. Ese es el mensaje de la película rumana ‘Bad Luck Banging or Loony Porn’, de Radu Jude, que se ha alzado con el Oso de Oro de esta Berlinale en versión streaming. El jurado del festival dio a conocer ayer sus premios, poniendo fin a la 71ª edición de la Berlinale, que pasará a la historia como la edición sin público y en la que el género fue eliminado del palmarés.
En lugar del oso a mejor actor y mejor actriz, la Berlinale reformatea sus premios y deja un Oso de plata a la mejor interpretación, que ha sido para Maren Eggert, por ‘I’m your Man’, de Maria Schrader, y un Oso de Plata al mejor intérprete de reparto, que se ha llevado Lilla Kizlinger por ‘Forest-I see you Everywhere’, de Bence Fliegauf (Hungría). Berlín conserva al menos sus Osos, que por ahora no son sustituidos por Osas.
A favor y en contra
Mariette Rissenbeek, codirectora del festival, lo explica así: «Creemos que podemos hacer que los debates sobre igualdad avancen y tomamos en cuenta también a las personas que no quieren que se les asigne género alguno». Y en una Berlinale descafeinada, que no pasará a la historia por este gesto de corrección política, sino por la pandemia que todo lo ocupa, los participantes en el certamen también han dedicado buenas palabras a la iniciativa. La directora libanesa Joana Hadjithomas ha dicho que «es un acto simbólico fuerte. Un actor es un actor, no es el género lo que lo determina sino su valía», mientras que su homólogo japonés Rysuke Hamaguchi ha apuntado que los nuevos galardones «definen mejor la esencia del cine».
La iniciativa, sin embargo, ha recibido comentarios críticos, como el de la historiadora Geneviére Scellier, que advierte que «el infierno está empedrado de buenas intenciones» y que «el problema de fondo es que los papeles masculinos son más interesantes, están más presentes en la pantalla y son mejor pagados, de manera que los actores pueden mostrar más fácilmente su talento que las actrices». «En primer lugar hay que defender la visibilidad de las mujeres en el cine y alcanzar la igualdad en las retribuciones, solo entonces podremos hablar de introducir premios sin género», se lamenta la agente Chun Mei Tan.
Por lo demás, la película japonesa ‘Wheel of Fortune and Fantasy’, dirigida por Ryusuke Hamaguchi, es la ganadora del gran premio especial del Jurado de la Berlinale, compuesto por seis directores galardonados y sin presidente, es decir, sin jerarquía. La película ‘Natural Light’, del húngaro Dénes Nagy, ganó el Oso de Plata y la cinta ‘Una película de policías’, del mexicano Alonso Ruizpalacios, fue galardonada con el Oso de Plata a la contribución artística por «el magistral concepto de montaje de una obra cinematográfica atrevida e innovadora que diluye los límites entre la ficción y la realidad». La mejor dirección fue para Dénes Nagy, por ‘Természetes fény’ (’Natural Light’), de Hungría, y el mejor guión para ‘Introduction’, de Hong Sangsoo (Corea del Sur).