Los ensayos de ‘Rusalka’ en el Teatro Real se hicieron sin usar mascarillas
∑Un vídeo de la sala de puesta en escena muestra al director escénico, cantantes y figuración en contacto estrecho y sin protección. Hubo diez contagios
ABC ha tenido acceso al vídeo de un ensayo celebrado a finales de octubre en la sala de ensayo de puesta en escena del Teatro Real, una zona conocida como SEPE. En esas imágenes, pese a que la institución garantizó ayer a este diario que en los ensayos siempre se lleva mascarilla, se ve cómo los cantantes, figurantes y el equipo de dirección de escena –el director de escena, Christof Loy, y su coreógrafo Klevis Elmajaz– se la quitan en los primeros minutos y no se la vuelven a colocar hasta que termina el ensayo, cuatro horas después.
En la escena de la bacanal, por ejemplo, se aprecia cómo coinciden en el mismo espacio una veintena de personas, entre actores figurantes, cantantes y bailarines. En ningún momento guardan las distancias porque la escenificación requiere un contacto físico permanente. En una escena posterior, salen los cantantes Asmik Grigorian y Maxim Kuzmin-Karavaev, también sin mascarilla y sin mantener la distancia de seguridad. Unos cincuenta minutos después se puede ver al propio Christof Loy en el escenario dando indicaciones a Kuzmin-Karavaev, ambos de nuevo sin mascarilla, y un poco más tarde a la cantante Katarina Dalayman.
Una fuente cercana al Teatro Real señala que Loy pidió a la dirección del teatro que los artistas y su equipo no usaran mascarilla durante los ensayos. Estos tuvieron lugar en el SEPE entre el 21 de septiembre y el 27 de octubre, según fuentes sindicales. Se trasladaron al escenario principal el 28 de octubre. Las diez funciones de ‘Rusalka’ tuvieron lugar entre el 12 y el 27 de noviembre. Fuentes presenciales en los ensayos confirmaron que la ausencia de mascarilla era la norma habitual. Los bailarines, cuando dejaban de bailar, sí solían ponérselas, aunque en el vídeo al que ha tenido acceso este diario esta circunstancia no se aprecia. En los ensayos en el escenario principal sí las llevaron en todo momento. En ‘Un ballo in maschera’, representada durante el mes de septiembre, los bailarines ensayaron siempre con mascarilla, según las fuentes consultadas.
El Comité de Empresa elevó una primera queja a los delegados de prevención el día 25 de septiembre por el uso inadecuado de mascarillas, algo que suscitaba malestar entre los trabajadores del coliseo madrileño. Unos días después, los delegados se lo hicieron saber a los responsables del teatro.
El Plan Marco de Contingencia y Protocolos del Teatro Real indica que «en los momentos anteriores y posteriores al ensayos o representación todo el personal artístico y técnico» debe mantener «entre sí la distancia de seguridad y el uso de mascarillas y máscaras». Sin embargo, la cartelería distribuida por el Teatro Real precisa que «únicamente están exceptuados» de esa obligación «los artistas y el director de escena» cuando, «durante el transcurso de una escena, por razones artísticas ésta deba representarse sin mascarilla, DEBIÉNDOSELA [sic] colocar de nuevo cuando finalice la escena». El Teatro Real aseguró ayer a ABC: «Conviene explicar de nuevo cómo se hacen los ensayos –todos con mascarillas– y cómo las funciones –solo los solistas no las llevan– y que antes de actuar se somete al control de eventuales síntomas y que todos han pasado test de Covid-19».
Para minimizar riesgos cuando hay varios artistas en el escenario sin que sea posible mantener la distancia de
Gregorio Marañón
PRESIDENTE DEL TEATRO REAL
«La ópera de Estocolmo va a cerrar porque ha descubierto 15 contagios. Lo respeto, pero aquí sabemos que se puede aislar a 15 personas»
seguridad, el protocolo del Teatro Real establece que «se podrán adoptar medidas de carácter preventivo como la realización de test o pruebas diagnósticas periódicas en el tiempo».
Pruebas Covid
En la rueda de prensa ofrecida ayer para presentar la ópera ‘Peter Grimes’, el director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer, dijo que en ‘Rusalka’, entre solistas, figurantes, directores, asistentes y ayudantes intervinieron 67 personas, y les hicieron un total de 603 pruebas, a una media de nueve por cabeza desde que empezaron los ensayos hasta la última función. Hubo más funciones –diez– que pruebas individuales, y ensayos realizados durante un periodo de mes y medio. García-Belenguer no aclaró cuál es la periodicidad con la que se hacen estos test porque, reconoció, el protocolo no lo recoge. Eso sí, aseguró que «hacer cuantas más pruebas mejor no significa mayor salubridad». A su lado estaba el doctor Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal y miembro del Comité Médico de Expertos que en mayo de 2020 validó un plan anticovid que «en ocasiones plantea algunas medidas exageradas o extralimitadas».
Aunque el director general del coliseo ofreció una relación de pruebas diagnósticas efectuadas a los artistas y elenco de las distintas producciones que se han estrenado desde septiembre, no informó del número de casos positivos registrados. En el caso de ‘Rusalka’, según ha podido confirmar ABC, se elevaron a una decena. Una comu
nicación del 30 de octubre de Intermezzo, la empresa a la que pertenece el coro titular del coliseo, admitía que habían localizado un caso en el colectivo, pero estaba controlado, al igual que sus contactos estrechos. En ‘Rusalka’ los coristas no salieron al escenario principal, sino que cantaron desde la chácena. En dicho mensaje Intermezzo informaba a sus trabajadores de que se habían detectado «varios casos entre el grupo de trabajo de ‘Rusalka’, que también está controlado». Una fuente cercana al Real eleva a diez los positivos, además del detectado en el Coro Intermezzo. A saber: cinco de los diez solistas que participaron en la ópera, dos actores, un miembro del equipo artístico y otros dos casos entre el equipo musical y asistentes. Estos contagios se detectaron entre finales de octubre y principios de noviembre.
Según la estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19 de la Comunidad de Madrid, «a efectos de notificación estatal se considerará brote cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico». Este es el criterio que siguió la Consejería de Sanidad la semana pasada cuando confirmó que los 24 contagios detectados en marzo, durante los ensayos de ‘Peter Grimes’, correspondían a un brote. Ayer, sin embargo, el director general del Teatro Real restó importancia a esta consideración. García-Belenguer aseguró que en marzo no hubo en ningún momento sensación de riesgo «como para conllevar el cierre del teatro». El responsable del coliseo explicó que desde la apertura de puertas tras el primer confinamiento se han hecho un total de 6.076 pruebas, 4.882 en el Teatro Real –de ellas 2.727 a elencos y artistas– y 1.194 al coro. «Sin duda el Teatro Real ha tenido casos, porque no es un oasis, pero a través del cribado y del rastreo se ha sabido que estaban controlados». Según los cálculos del sindicato CGT, el número de positivos detectados entre los trabajadores del Teatro Real entre el 1 de septiembre y el 15 de marzo asciende a cuarenta: cuatro en sastrería, cuatro en caracterización, cuatro en iluminación, tres en mecánica escénica, dos en utilería, dos en maquinaria, uno en regiduría y al menos 18 casos en oficinas y otros servicios. Estas cifras no incluyen al elenco, figuración, coro u orquesta, y no todos se produjeron dentro del Teatro Real, tal y como aclaran las fuentes consultadas. Los responsables del teatro ofrecieron el número de pruebas totales, pero no el número de contagiados; solo los confirmados por Sanidad en el brote de marzo –15 en el Teatro Real y 9 en el Coro Intermezzo– y el positivo detectado en el cribado masivo de la semana pasada. Nada dijeron de la decena de contagios que hubo en ‘Rusalka’.
Teatro abierto
Gregorio Marañón, presidente del Teatro Real, garantizó que están cumpliendo el protocolo «de arriba abajo desde el primer momento». Nadie, añadió, «puede decir seriamente que se ha incumplido». Pese a que solo han informado públicamente de estos contagios cuando ABC desveló una veintena de casos en el mes de marzo, Marañón aseguró que no ha habido intención de ocultar información puesto que la Comunidad de Madrid ha ido recibiendo «al minuto» los resultados de las pruebas laboratorias. «La ópera de Estocolmo va a cerrar sus puertas un mes porque ha descubierto quince contagios. Lo respeto, pero aquí sabemos que se puede aislar inmediatamente a quince personas. Esto [seguir abiertos pese al brote] es mucho más difícil que decir que, como hay infectados, cerramos. También es más costoso económicamente». Marañón subrayó que la institución que él preside está comprometida con la cultura como «valor estratégico».