Raquel Gago, la policía condenada a 14 años solo dormirá ya en la cárcel
Raquel Gago era policía local en León y amiga de Triana Martínez. La Audiencia la condenó a cinco años de cárcel por encubrir el crimen de Isabel Carrasco y guardar 24 horas el revólver con el que la mató la madre de Triana. Pero el TSJ de Castilla y León, primero, y el Supremo despúes consideraron que era cómplice. Le cayeron 14 años. Ella sostuvo que no tuvo nada que ver con el asesinato. Los forenses dijeron que era una persona «fría, que controla sus emociones y conducta en general» y que «quiso retrasar la realidad pero lo hizo conscientemente».
Consciente o no, lo que sí hizo fue separar su camino de Triana, la amiga por la que arruinó su vida y su carrera (fue expulsada de la Policía y se le impuso abonar al Ayuntamiento de León 24.000 euros por lo que había percibido hasta la condena firme). Tras ingresar en prisión –pasó varios meses en libertad bajo fianza– pidió el cambio de cárcel. De Mansilla de las Mulas a Alcalá de Henares, un centro de mujeres tranquilo en el que no ha tenido ni una sanción, igual que en el resto de su estancia carcelaria. Se ha apuntado a todas las actividades posibles y lleva una vida discreta y anodina en busca de la libertad y el olvido. En julio del año pasado se le concedió su primer permiso y ya ha salido ocho veces, según confirmaron a ABC fuentes penitenciarias.
Esta misma semana, el día 20 se le autorizó la progresión de grado y en breve solo tendrá que acudir a dormir a prisión, en concreto a un centro de inserción social madrileño. La reclusa ha presentado, según las fuentes consultadas, una oferta de trabajo que ha sido avalada por la Junta de Tratamiento de la cárcel.