El hijo rapero de Edmundo Bal: «Soy abstencionista, no voy a votar el 4-M»
Tiene 22 años y estudia Filología Hispánica, pero su verdadera pasión es la música urbana
Desencantado «En las anteriores elecciones generales sí que voté a Podemos porque caí en la trampa»
Se llama Edmundo Bal como su padre, candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid, aunque su nombre artístico es Ove. Tiene 22 años, estudia Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y se confiesa un apasionado de la música urbana. En enero de 2020, comenzó a dar forma profesional a su sueño y grabó varios temas. «Ahora mismo tengo publicados doce en Spotify y dos de Instagram», declara. Ove es un joven con personalidad arrolladora, inquietudes literarias y educación exquisita. Reside junto a sus padres y su hermana Lucía, de 19 años, en una vivienda unifamiliar de dos plantas en el norte de Madrid, muy cerca del barrio de Mirasierra. —¿Cómo definiría su música?
—No podría definirla porque me gusta tocar muchos géneros. Cada una de mis canciones es muy diferente de la anterior. No me gusta encasillarme. —Por lo que he visto en su Instagram, sobre todo música urbana, rap y trap.
—Principalmente, sí. Salvo una canción
que tengo en Spotify que se llama ‘Cuando todo se acaba’ que es más una balada rock. —¿En qué emplea su tiempo de ocio?
—Hacer ejercicio, gimnasio, boxeo y pádel, quedar a tomarme unas cervezas o a comer y cenar, leer y escribir. —¿Le interesa la política?
—Sí. Desde mucho antes de que mi padre se metiera en política. —Su padre comentó en alguna ocasión que usted vota a Podemos.
—Mis ideas han cambiado bastante estos últimos años, me reservo para mí muchas de mis ideas políticas... Pero dentro de esas ideas lo que sí que puedo decir abiertamente es que soy abstencionista. En las anteriores elecciones generales sí que voté a Podemos porque caí en la trampa, pero nunca me he identificado lo suficiente con ese partido ni con ningún otro como para afiliarme ni decir que soy de un partido. —¿No va a votar entonces el 4 de mayo?
—No. —¿Habla con su padre de política?
—Sí, hablamos bastante, nos gusta mucho debatir. —En su casa se respira libertad.
—Sí, desde que era pequeño siempre nos han educado así. Lo que más le gusta es que yo haya desarrollado un pensamiento crítico y que lea y me forme constantemente sobre cuestiones filosóficas y políticas. Le gusta porque sabe que es algo que a mucha gente le falta actualmente. —¿Qué escritores le interesan?
— Me gustan mucho Galdós y Pardo Bazán, Eduardo de Guzmán y Chaves Nogales. De teatro actual, me encanta Juan Mayorga.
Edmundo Bal –padre– nació en Huelva hace 53 años, aunque no se percibe en su acento porque se crió en Madrid. Hijo de un funcionario y una ama de casa, estudió en los Agustinianos de Moratalaz hasta los siete años y, después de mudarse al barrio de Cuatro Caminos, en el centro concertado de Nuestra Señora del Buen Consejo. Conoció a su mujer Maje Barba en la Complutense, mientras estudiaba Derecho. Llevan casados 25 años. En sus perfiles, suele destacarse su alma rockera. Llegó al debate del pasado miércoles, con chupa de cuero a lomos de su Harley Davidson. Tiene otra BMW del 95. A nivel musical, se decanta por Loquillo, Led Zeppelin o AC/DC y recuerda con cariño un concierto de los Rolling Stones, en el Calderón, que le chutó energía para sacar la oposición de abogado del Estado.