La épica del Madrid se queda sin premio
Roza la gesta ante el Efes, que selló la clasificación gracias a un triple inverosímil en el último minuto
El rostro desencajado de Llull nada más terminar el partido reflejaba el sentir del equipo. Adiós triste, pero pleno de orgullo. Había acariciado el milagro el Real Madrid, que se quedó a un minuto de la Historia. A un triunfo de haberse metido en la Final Four y de haber remontado por primera vez un 2-0 en contra en cuartos de final. Sus opciones se esfumaron en ese minuto final en el que el Efes tuvo esta vez la fortuna de su parte. Después de haber visto cómo se le escapaba el pase tras dos remontadas gigantes de los blancos en el WiZink Center, el conjunto turco se apuntaba el quinto y definitivo duelo gracias a un triple increíble de Krunoslav Simon, que anotó la canasta decisiva cuando se consumía el tiempo de posesión y apenas podía mirar al aro. La perfecta defensa blanca se estrelló contra el talento turco. Una puñalada que acabó con la épica de un equipo que es capaz de alargar su leyenda incluso en la derrota. No había público madridista en las gradas, pero, de haberlo, hubiera aplaudido como en 2016. En aquella eliminación contundente ante el Fenerbahçe que se reconoció con orgullo por la afición blanca. La misma que ayer, en la distancia, ovacionó el esfuerzo titánico del equipo ante el gran favorito para llevarse la Euroliga. Un conjunto gigante el Efes al que el Madrid ha plantado cara a pesar de las bajas y de las dos derrotas iniciales. Lucha contracorriente que tuvo en Estambul un epílogo sin premio.
En el que fue quizá el mejor partido de los blancos y el más equilibrado de la serie, el triunfo se lo quedó el Efes, mecido por el talento de Micic (18 puntos), la solidez de Singleton (26) y el oportunismo de Larkin y Simon, decisivos en el tramo final. Sobre todo el escolta, autor del triple que rompió el choque en el último minuto. No tuvo respuesta para ella el Real Madrid, que claudicó con honor. Derrota agridulce que dejó destellos de un futuro prometedor si es que la NBA no vuelve a hurgar en el vestuario blanco. Garuba, Alocén y Abalde volvieron a exhibir su valía precoz en el inicio de partido y a ella se agarró el Madrid, sin miedo al intercambio de golpes (33-39, min.17). Siempre por delante, el conjunto español se encontró ayer con el refuerzo inesperado de Tavares, cuya recuperación equilibró la lucha por el rebote. También se sumó un acertadísimo Laprovittola (17 puntos), antídoto exterior para la defensa asfixiante del Efes. Solo mostró debilidad el Madrid en el tercer cuarto, en el que le costó mucho anotar y de repente se vio doce abajo (57-45, min. 25). Tocaba tirar de épica de nuevo y a punto estuvo de salirle bien, porque llegó a ponerse de nuevo por delante (73-75), pero no pudo rematar la faena. Adiós agridulce a la Final Four.