«Si hablo de árbitros habrá lío»
▶ Zidane aparca la polémica e insufla al equipo que la Liga se ganará con su orgullo
El Real Madrid se juega la Liga en una lucha incruenta contra dos pandemias, el coronavirus y otra más mundana, las 56 lesiones que han asolado a la plantilla desde el inicio de la temporada. Zidane arenga a sus pupilos para conquistar el campeonato español por segunda vez consecutiva y les dice que dependen de sí mismos para ser campeones. El responsable deportivo del conjunto blanco manifiesta a sus hombres que crean en ellos mismos en esta pelea «contra todo y contra todos», pues está convencido y asegura que si ganan los tres partidos obtendrán el título.
Marcelo es baja, aunque se entrenó con el grupo, y Zidane solo contará esta noche con tres defensas del equipo titular, Militao, Nacho y Odriozola. El guipuzcoano tampoco se siente al cien por cien y ha forzado para estar hoy en el Nuevo Los Cármenes.
La ausencia del lateral brasileño significará el estreno como titular del canterano Miguel, que ya demostró sus condiciones y su velocidad en la última media hora ante el once de Lopetegui. Blanco y Marvin son los otros chavales del filial convocados para esta final liguera. Otra más.
El diván de Zidane
Zinedine realiza una labor copiosa de diván con sus futbolistas, ayudado por Bettoni y Msaidie, un profesional que convence en el cuerpo a cuerpo con el jugador, porque vislumbra la Liga a tiro de tres victorias y observa, sin embargo, que los arbitrajes, las polémicas y el litigio de la Superliga hacen mella psicológica en su plantel. Desde hace días el cuadro técnico analiza que sus jugadores piensan que luchan «contra muchos molinos de viento». Había un ambiente en la cocina de desazón ante los ataques al club por el asunto de la Superliga. Los arbitrajes han alimentado esa sensación subjetiva. Y el litigo de los horarios, sin tener siquiera tres días de descanso entre las visitas al Granada y al Athletic, solo 68,5 horas de margen, es un dato más que enturbia el sentimiento de perjuicio.
«Más que nunca, parece que nadie quiere que el Real Madrid gane la Liga», señalaba ayer un futbolista del Real Madrid a este periódico. Es un pensamiento general en el vestuario de Valdebebas. Zidane contrarresta esa visión en un trabajo de diálogo positivo que busca trasladar al césped esa rabia contenida en la mente de cada profesional. «Con todos estos problemas, si ganamos la Liga será
Marcelo, baja
La ausencia del brasileño permitirá la titularidad del canterano Miguel Gutiérrez como lateral izquierdo
Los jugadores
«Parece que nadie desea que ganemos la Liga, luchamos contra molinos de viento»
todavía más importante», jalea ante el grupo. Y no desea ampararse en el asunto del VAR y los colegiados: «No voy a comentar más de esto porque si hablo de los árbitros se va a montar un lío». Lo que sí pide es unidad de criterios y por ello considera fundamental una cumbre de todos los sectores del fútbol para saber qué es mano y qué no es mano, pues en cada partido se encuentra un Reglamento distinto, personal, de cada juez de la contienda, sea en el campo o en la sede del vídeoarbitraje situada en Las Rozas: «Deben sentarse todos y decir la misma cosa».
A todos sus futbolistas les ha dicho la misma cosa: «Estoy orgulloso, porque habéis tenido carácter para sobreponerse a tantas lesiones, al coronavirus y a otros inconvenientes hasta ofrecer un gran nivel». Con este elogio, pregona en la distancia corta de los entrenamientos que sus hombres dependerán de sí mismos para levantar el título, pues piensa que ningún rival sumará todos los puntos y el Real Madrid es quien debe conseguir los nueve. Quiere explotar la casta para superar con nota este desgaste físico traducido en un número escandaloso de bajas, el mayor de la historia del club.
Zizou se olvida de los nombres y esta noche alineará a quienes se encuentren mejor físicamente. Ramos y Mendy volvieron a caer en sus lesiones por reaparecer ante el Chelsea sin estar en plenas condiciones. Fue un error que no repetirá. Pujar por la Liga exige elegir bien. Ha aprendido esa lección.