CC.OO. y UGT amenazan con un «verano caliente» si los salarios de la hostelería no suben
Los sindicatos UGT y CC.OO. amenazaron ayer con un «verano y otoño caliente» si las empresas continúan bloqueando la negociación colectiva de los convenios de hostelería y comercio, sectores cuyos trabajadores, explican, «tienen unas condiciones muy precarias». Ambas organizaciones sindicales aseguraron que el 75% de los más de 200 convenios sectoriales existentes en hostelería y comercio están actualmente vencidos.
Según los datos de los sindicatos, el comercio y la hostelería generan el 17% del PIB de nuestro país, cuentan con el 20% del empleo total de España y son de los sectores que más han sufrido la crisis del coronavirus. En concreto, explican que el 45% ha estado en un ERTE. Esta situación «la están aprovechando los empresarios de forma intencionada para bloquear las negociaciones del convenio colectivo», espetó el secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, Antonio Oviedo.
El dirigente de UGT se mostró muy crítico con la situación que vive la hostelería: «El 85,6% de trabajadores del comercio y el 72,4% de la hostelería siguen sin subida salarial». Al mismo tiempo denuncia que, por ejemplo, Murcia, lleva once años sin un convenio colectivo. «Es algo terrible, desprecia a los trabajadores. El Covid no es excusa cuando hace poco firmábamos el convenio de Madrid», expresó.
Subida del SMI
Por otra parte, CC.OO. y UGT han instado al Gobierno a reabrir la mesa de diálogo social para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Ambos sindicatos consideran apropiado el análisis técnico realizado por la comisión de expertos sobre cómo calcular el 60% del salario medio, debate necesario para aclarar los términos.
En cuanto a la senda de subida del SMI para alcanzar ese 60% en 2023, al final de la legislatura, «es una decisión política que debe tomar el Gobierno tras abordarla en el marco del diálogo social», según los sindicatos.
Por ello, UGT y CC.OO. entienden que el incremento del salario mínimo no se debe demorar más ahora que las previsiones económicas son favorables. Su subida genera «un efecto positivo sobre el empleo a medio plazo, ya que mejora el poder de compra de sus perceptores».