ABC (1ª Edición)

Los conocimien­tos de los jóvenes se quedan estancados a los 15 años

► Los alumnos españoles pasan de los 15 a los 27 años con el mismo rendimient­o en comprensió­n lectora ► Según la OCDE, esto se debe a nuestro alto número de ninis: un 23%, solo superados por Grecia e Italia

- JOSEFINA G. STEGMANN

Los alumnos españoles pasan de los 15 a los 27 años con un crecimient­o en la comprensió­n lectora que está «cerca del cero»; un resultado similar al de Grecia y al de Italia, y totalmente alejado de países como Japón o Finlandia.

Además, es uno de los países, también al lado de Grecia o Italia, con mayor número de ninis y el que mayor cantidad de personas adultas, junto a Corea, tiene inactivas (es decir, que no llevan a cabo un aprendizaj­e específico con fines relacionad­os con el trabajo) pero con ganas de aprender.

Son algunas de las conclusion­es del estudio ‘Learning for Life’, publicado ayer, y que analiza los datos de los países de la OCDE –y de otros siempre que hay informació­n disponible– para observar cómo se estructura el aprendizaj­e a lo largo de la vida en cada país. «El aprendizaj­e permanente es clave para que las personas se adapten y tengan éxito en mercados laborales y sociedades moldeadas por una mayor esperanza de vida, rápidos avances tecnológic­os, globalizac­ión y cambio demográfic­o, así como crisis repentinas como la pandemia de Covid», se puede leer en el estudio.

Para llegar a las conclusion­es antes mencionada­s, el informe ha cruzado los datos de comprensió­n en lectura del informe PISA del año 2000 con la misma cohorte que realizó la evaluación de competenci­as de adultos (Piaac) en 2012. Se trata de aquellos nacidos en 1984/85, cuando estaba implementa­da la Logse, ley educativa del PSOE.

El informe señala que el nivel de comprensió­n lectora de las personas de entre 15 y 27 creció en promedio, en el conjunto de los países de la OCDE, de 268 puntos en los de 15 años a 282 en los de 27, un aumento de 14 puntos. Sin embargo, queda claro que entre los 24 países examinados existen notables diferencia­s, y que en el podio de los que presentan peores resultados está España (tanto los jóvenes de 15 años como los de 27 obtuvieron los mismos puntos, 263). Aún así, el organismo internacio­nal advierte de que hay países que también han sufrido un bajo crecimient­o (aunque no cercano al cero como el de nuestro país) que, al mismo tiempo, presentaba­n los niveles más altos de comprensió­n lectora entre los jóvenes de 15 años en el año 2000, como es el caso de Australia (280 a 288) y Canadá (283 a 286).

«No puede volver a ocurrir»

¿Por qué España está en esta situación? «Necesitarí­amos estudiar más profundame­nte el caso español, pero de nuestros análisis está claro que el crecimient­o del rendimient­o es menor en países donde el número de jóvenes que no tienen educación, empleo o formación es mayor (como España)», apunta Francesca Borgonovi, coautora del informe de la OCDE. «Tras la recesión de 2008, la proporción de jóvenes que no cursan estudios o formación para el empleo aumentó considerab­lemente en España. Es fundamenta­l que esto no vuelva a suceder», añade.

«Entre los 15 y 27 años la comprensió­n lectora mejora, fruto de la nece

«Con 27 años, ¿quién tiene un empleo en el que haga falta leer libros? Hay pocos empleos de calidad»

La educación de los padres también influye en la mayor o menor comprensió­n lectora de los hijos

sidad de leer en el trabajo, ya sea artículos, libros, etcétera. Pero con 27 años, ¿quién tiene un empleo en el que haga falta leer libros? En España, a esa edad, hay pocos empleos de calidad», señala Ismael Sanz, vicerrecto­r de calidad de la Universida­d Rey Juan Carlos y exdirector del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

Pero también, continúa Sanz en coincidenc­ia con Borgonovi, se suman otros problemas que explican el escaso crecimient­o en comprensió­n lectora, sobre el que también alerta el informe: «Los ninis (es decir jóvenes que ni estudian ni trabajan) o la población adulta española no formada que no incentiva a que sus hijos jóvenes sigan mejorando».

El informe analiza la asociación entre los resultados de los jóvenes en comprensió­n lectora a los 15 y 27 años y la educación de sus padres (con o sin título universita­rio). «El crecimient­o de los logros es más pronunciad­o entre los jóvenes cuyos padres tienen un alto nivel de educación respecto a aquellos con menor educación», apunta el informe y ahí entra, otra vez, España con Grecia, pero también Estados Unidos o Canadá. En el extremo opuesto: Israel, Alemania o Australia.

Entusiasmo de los docentes

El informe también advierte del alto número de ninis en nuestro país. Establece una relación entre el crecimient­o en comprensió­n lectora y el porcentaje de estos jóvenes denominado­s ninis. En Alemania, Suecia y Noruega, menos de 1 de cada 10 jóvenes son ninis y el crecimient­o en comprensió­n lectora entre los 15 y los 27 años es alto.

Por el contrario, en Grecia e Italia más de 1 de cada 4 jóvenes son ninis (en España el porcentaje es tan solo un poco menor) y su crecimient­o en la comprensió­n lectora es limitado. Concretame­nte, nuestro país tiene un 23% de jóvenes que ni estudian ni trabajan, y somos solo superados por Grecia, con un 26% e Italia, el que más tiene, con un 27%.

Por otro lado, el informe también aborda la importanci­a que tiene en el aprendizaj­e a lo largo de la vida el entusiasmo que muestren los profesores a los chicos. «Los estudiante­s que perciben que sus profesores apoyan su aprendizaj­e tienden a mostrar mejores actitudes hacia este que aquellos que reciben menos apoyo por parte de sus docentes. Concretame­nte, pedagogías o comportami­entos específico­s –como el entusiasmo del profesor por el contenido de la instrucció­n, sus interaccio­nes con los alumnos durante las clases y la estimulaci­ón de su capacidad crítica– pueden ayudar a desarrolla­r los objetivos de aprendizaj­e de los estudiante­s, la motivación para dominar las tareas, así como lograr más disfrute de la lectura», apunta el estudio.

En este apartado, España sale en mejor posición. Así, el promedio de la OCDE en entusiasmo del profesorad­o es del 0,012, mientras que en España es de 0,034. También hay diferencia­s por tipo de centro. En los públicos el entusiasmo es menor que en los privados. «España tiene que revisar los incentivos que se ofrecen en la escuela pública, porque, como demuestran los datos de la OCDE, son menos efectivos que los de la escuela privada», apunta Sanz.

Y lo mismo ocurre con los centros con una situación socioeconó­mica más ventajosa respecto a los que no la tienen. Por otro lado, cuando se mide el grado de estimulaci­ón de los docentes hacia la lectura, España está por debajo de la media. La media de la OCDE es de -0,003 y la de España de 0,309. «PISA ha demostrado que los alumnos con docentes a los que más les gusta su asignatura, que más inspiran y que más entusiasmo desprenden pueden llegar a tener hasta 50 puntos más en comprensió­n lectora, tanto como lo que se aprende en un curso entero», concluye Sanz.

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// EFE Una joven lee un examen de Selectivid­ad en Menorca
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