«Los padres deben mantener una actitud pro vacuna»
► Este experto apunta que los niños «deberían ser los últimos en recibir la dosis contra el Covid»
No solo el Covid asola las consultas médicas. El doctor Luis Carlos Blesa Baviera, recientemente elegido presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP) para el mandato 20212025, llega con la propuesta de centrar sus esfuerzos en la defensa del actual modelo pediátrico, que incide especialmente en la Atención Primaria. Este corre, según Blesa, «un peligro real y próximo que podría llevar, si no se toman medidas relevantes y urgentes, a la desaparición de la pediatría de este nivel asistencial». El flamante presidente de la AEP destaca también, como otra línea prioritaria de trabajo para los próximos años, dar continuidad a la tarea ya iniciada en la protección y consolidación de las Áreas de Capacitación Específicas de las diferentes especialidades pediátricas. «Habrá nuevas pandemias, enfermedades... Y es necesario que nuestra labor sea también docente e investigadora».
—Respecto a la pandemia del coronavirus, ¿qué análisis hace sobre el hecho de que China haya aprobado vacunar a los menores a partir de 3 años?
—Tenemos que tener en cuenta muchos matices para poder tomar aquí esa decisión de una forma moderada y sosegada. En este sentido, si lo analizamos bien, de los aspectos «buenos» de esta pandemia es que la afectación de los niños, desde el punto de vista clínico –de incidencia y gravedad– es mucho menor que en el adulto. Además parece que tampoco son el foco transmisor del Covid. La inmensa mayoría de los casos pediátricos son muy leves y asintomáticos y por los datos que estamos conociendo, muchos de los niños no parecen ser el origen de los brotes, o de los focos. Por tanto, en la vacunación, deberían ser los últimos. Primero deberían ir las personas más vulnerables, que más padecen el virus, o que tienen enfermedades crónicas, que es lo que se ha hecho en todos los modelos de vacunación del mundo. La prioridad no está en vacunar a niños y adolescentes, lo cual no quita que cuanta más población esté vacunada, epidemiológicamente, menos personas se podrán infectar.
—¿Qué le parece el miedo que han manifestado algunos padres respecto a los efectos secundarios que puede producir en sus hijos las vacunas?
—En principio, las vacunas son uno de los avances científicos más importantes de la humanidad, junto con la higiene. La gente se olvida de que a lo largo de la historia han permitido salvar muchas vidas e incluso erradicar otros virus que producían una enorme mortalidad, como el de la viruela o la poliomielitis.
—¿Qué les diría a las familias reacias a vacunar a los más pequeños?
—Puede haber resquemores de los padres sí, porque es un producto médico que puede producir efectos secundarios, pero son locales, leves y totalmente asumibles. Todas las vacunas, independientemente de su mecanismo de acción, han permitido combatir la pandemia, reconducirla y que la sociedad pueda volver a sus comportamientos sociales y familiares. Y llegados a este punto, hay que hacer un balance beneficio-riesgo: el no pasar una enfermedad como el Covid, que en personas mayores puede tener su gravedad aunque en otras poblaciones más jóvenes no sea así, frente a los efectos secundarios. Hay que ser cautelosos, pero los padres deben mantener ese espíritu de no pasar la enfermedad y también una actitud en favor de la vacunación.