El Rey y el presidente de Corea exploran nuevas vías de colaboración empresarial
► Primera visita de Estado en dos años y medio; hubo cena de gala en el Palacio Real
Su Majestad el Rey abogó ayer, en el brindis de bienvenida al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y su esposa, la cantante de música clásica Kim Jung-sook, por «trabajar juntos para conseguir que las relaciones económicas entre Corea y España alcancen, en todos los ámbitos, el potencial que corresponde a dos de las economías más avanzadas y dinámicas del mundo».
«Con tantos rasgos en común y con trayectorias similares, son muy amplios los campos abiertos para la colaboración entre nuestras empresas y nuestras sociedades. Las oportunidades a nuestro alcance no se reducen al intercambio comercial entre los dos países, a la inversión directa mutua o a la colaboración en terceros mercados», dijo Don Felipe.
En la que es la primera visita de Estado que reciben los Reyes desde febrero de 2019 y con una cena de gala con estrictas medidas anti-Covid –hubo ocho mesas redondas y no la tradicional mesa imperial–, Don Felipe destacó las coincidencias entre ambos países, políticas y económicas: «España y Corea son dos economías de dimensiones similares, que partieron ambas de situaciones difíciles hace décadas y que, tras muchos años de esfuerzo y trabajo, han conseguido ocupar una posición destacada en el grupo de las economías más desarrolladas».
Obviamente, hablar de Corea es hacerlo de tecnología, nivel educativo elevado, sofisticación empresarial, conceptos que recogió Don Felipe en sus palabras: «En España sentimos gran admiración por la importancia que le da la sociedad coreana a la excelencia educativa y la capacidad de innovación, investigación y desarrollo demostrados por las empresas coreanas».
El marcado carácter económico de la visita de Estado quedará aún más evidenciada hoy cuando Don Felipe y Moon Jae-in asistan a la cena inaugural de la XXXVI reunión anual del Cercle d’Economía en Barcelona.
Don Felipe también aprovechó para hacer un guiño a los potenciales turistas, sobre todo en año de Xacobeo en el que nos encontramos, siendo este destino uno de los preferidos por los coreanos «con un profundo significado espiritual, cultural, patrimonial y artístico».