Condenan a Pineda y Bernad por extorsionar a bancos y empresas con Ausbanc y Manos Limpias
▶ La Audiencia impone al cabecilla de la trama 8 años de cárcel y tendrá que pagar 7 millones a 13 empresas
La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel al presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, y a cuatro años al secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, por extorsionar a entidades bancarias y empresas para que les pagasen a cambio de evitar acciones judiciales. De lo contrario, emprendían campañas de descrédito.
La Sección Cuarta de lo Penal impone a Pineda una pena de cinco años de prisión por un delito continuado de extorsión y otros tres por estafa, mientras que a Bernad le condena a tres años por un delito de extorsión en grado de cooperación necesaria y otro año por el mismo delito en grado de tentativa. Además, Pineda deberá indemnizar a trece entidades (entre ellas al BBVA, Unicaja, Caixabank y Bankia) con cerca de 7 millones de euros. La Fiscalía de la Audiencia Nacional había solicitado una condena para Pineda de más de 118 años de cárcel y de más de 24 años para Bernad.
Junto con los citados, la Sala también condena a un año de cárcel al adjunto a la Presidencia de Ausbanc, Ángel Garay, y a seis meses a María Mateos, directora del departamento jurídico, a ambos por extorsión en grado de complicidad. Hay seis acusados absueltos, entre ellos la abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete.
Los hechos probados de la sentencia detallan la creación de Ausbanc en 1986 y cómo, «con ocasión del ejercicio de acciones colectivas y como fórmula para obtener sumas dinerarias en el afán de lucro» que movía a Pineda, a la vez que presentaba demandas propiciaba acuerdos para la solución extrajudicial de los conflictos.
Un «mero instrumento»
«El ejercicio de la acción colectiva era un mero instrumento para que las entidades accediesen a las pretensiones económicas formalizadas a través de convenios publicitarios u otras fórmulas. En el caso de que aceptasen suscribirlo (...) se abandonaba cualquier ulterior reclamación», señala. Sin embargo, si las entidades ignoraban los requerimientos económicos efectuados generalmente por Pineda –ya fuera porque el acuerdo publicitario supusiera un desembolso desmedido o porque el jurídico era inasumible– eso «podía conllevar una repercusión negativa reputacional de distinta índole». El daño se hacía a través de publicaciones de noticias que no respondían a la realidad, pero también mediante la «difusión hiperbólica» de un acontecimiento aislado en la entidad en cuestión, incluso con la escenificación de manifestaciones a la puerta de la sede bancaria.
Los magistrados señalan que las campañas de ataque a la marca o a sus directivos se modulaban en función de si finalmente se rendían a sus pretensiones económicas «suscribiendo los convenios o retomando los que se habían dado por concluidos».
Respecto a los pagos que se hacían efectivos, estos se enmascaraban, bien como publicidad en las revistas de Ausbanc, cuyos ejemplares se distribuían de forma gratuita salvo un 2 por ciento que se vendían, bien como «estudios de mercado» que elaboraba la entidad con las quejas y reclamaciones de consumidores y reseñas de sentencias judiciales, bien mediante patrocinios y otros eventos.
El papel de Bernard era articular de denuncias en nombre de Manos Limpias.
La Sala no ve delito en que Pineda pidiera tres millones de euros por retirar la acusación contra la Infanta Cristina
«En la sombra, Pineda le daba las directrices sobre el devenir de aquéllas con el fin de mantener los acuerdos publicitarios o para que sus víctimas comprobasen su capacidad de actuación a fin de amilanarlos (...)».
Absueltos del caso Nóos
La Sala examina la treintena de actuaciones de ambos condenados. Algunas se consideran extorsión consumada; otras, intento de extorsión y otras no se han considerado delito. Entre estas últimas está el caso Nóos. La Sala considera probado que en octubre de 2015 Miguel Bernad se reunió con el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, con motivo de la retirada de la acusación de Manos Limpias a la Infanta Cristina a cambio de dos millones de euros. Posteriormente, Pineda se reunió con el directivo del Banco Sabadell Gonzalo Barretino y le hizo llegar la posibilidad de retirar la acusación contra la Infanta a cambio de tres millones. El directivo denunció los hechos ante la Policía.
Para la Sala, no consta que los acontecimientos «se desenvolvieran en un clima de presión del que se valieran los acusados Pineda y Bernad».