Prisión para tres de los mayores de edad detenidos por la paliza mortal a Samuel
▶ Dos menores, uno con antecedentes, fueron arrestados ayer por su presunta implicación en el ataque grupal
Tres de los cuatro mayores de edad detenidos por la paliza mortal a Samuel Luiz han pasado su primera noche en la prisión coruñesa de Teixeiro, acusados de un delito de homicidio o asesinato, extremo que se aclarará en el transcurso de la instrucción. Así lo determinó ayer la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad herculina después de escuchar las declaraciones de estos chavales de entre 20 y 24 años. Los tres primeros arrestados, que ante la Policía se negaron a hablar, sí dieron su versión de los hechos ante la magistrada, aunque solo a preguntas de sus abogados. El cuarto arrestado, acusado también de la sustracción del móvil de la víctima, colaboró con todas las partes personadas en la causa para justificarse y tratar de esquivar la cárcel.
Los encarcelados son el hombre que inició la agresión pensando que Samuel lo estaba grabando mientras discutía con su pareja a la salida de un pub, otro de los chicos que participó activamente en el ataque y un tercero, el que se hizo con el teléfono. La única que quedó en libertad, aunque investigada por los mismos delitos, fue la mujer detenida, que presuntamente animó a sus amigos en el ataque y para la que la Fiscalía no solicitó cárcel. Según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la juez acordó el ingreso en prisión de los acusados por entender que existe riesgo de fuga y posibilidad de alteración o destrucción de pruebas.
Nuevas acusaciones
Mientras los primeros arrestados por la muerte a golpes del joven coruñés declaraban ayer en los juzgados, agentes de la Policía Judicial, que dirige la investigación, detuvieron a dos sospechosos más. En este caso se trata de dos menores de edad que son amigos del primer grupo de arrestados y que, todo apunta, fueron «participantes de los actos». En su identificación, informaron fuentes policiales, fue clave el testimonio coincidente de las quince personas a las que se les tomó declaración a principios de semana y en base a la que los agentes tratan de montar el rompecabezas de una paliza que, aseguran, tuvo lugar en dos tiempos y una duración de unos quince minutos.
Al igual que los mayores de edad señalados hasta el momento, estos dos arrestados –uno de ellos tiene antecedentes penales– tampoco tenían relación alguna con la víctima, a la que no conocían de nada. Por su edad, será el Juzgado de Menores y no el Juzgado de Instrucción número 8 de La Coruña –al que le corresponde el caso–, el que se encargue de sus declaraciones.
La llegada de los primeros detenidos a los juzgados de La Coruña se produjo al filo de las 10 de la mañana de ayer, cuando llegaron en tres vehículos policiales procedentes de la comisaría de Lonzas. Los jóvenes entraron al edificio cubiertos con capuchas y sudaderas negras, con las que trataron de evitar en todo momento que su rostro se captase. En las inmediaciones de los juzgados, la expectación mediática se sumó a la ciudadana. Decenas de personas se concentraron en la entrada al grito de «asesinos» e incluso llegaron a abordar al abogado de uno de los arrestados para recriminarle que le
Los encarcelados llegaron ayer a los juzgados en tres coches de la Policía y cubiertos con capuchas para evitar ser grabados
preste sus servicios. El interpelado fue el letrado José Ramón Sierra, primer defensor del condenado por la muerte de Diana Quer y al que algunos de los manifestantes le pidieron que «abandone el caso», como ya hizo «con el Chicle». «Que tu conciencia no te permita defender a esos asesinos», le espetaron.
Sierra, por su parte, aseguró que su cliente declaró «porque los inocentes declaran siempre». «Es inocente», reiteró para exponer que su cliente acudió a declarar ante la Policía «voluntariamente y como testigo», tras lo que fue investigado y, posteriormente, arrestado. Sobre el relato de los hechos que mantuvieron ante la juez, el abogado aseguró que su defendido no participó «ni en el linchamiento ni en lo que está considerado como homicidio». «Este paso a disposición judicial me parece un error porque es inocente», señaló.
Las pesquisas prosiguen
Con seis detenidos ya por la brutal paliza al auxiliar de enfermería, que tuvo tiempo de levantarse del suelo y cruzar la calle antes de un grupo más numeroso fuera a por él, la investigación policial prosigue. Se cree, en base a los avances en el caso, que pudieron ser al menos siete personas las que patearon brutalmente al muchacho, incluso cuando ya estaba inconsciente, hasta darle muerte en plena calle. De ahí que los agentes no descarten nuevas detenciones en relación con el ataque, que están tratando de reconstruir para identificar a todos los participantes y esclarecer el papel que cada uno de ellos tuvo en la muerte del joven, con el cráneo ya deformado cuando los primeros sanitarios se personaron en el lugar. En esta compleja labor de campo están resultando fundamentales las imágenes captadas por las cámaras de Tráfico y de los comercios de la zona que recogieron la paliza, pero también la declaración de los testigos del suceso.
Uno de ellos es el joven senegalés que medió para que uno de los detenidos dejase de golpear a Samuel. Su intervención fue clave en los primeros momentos del ataque, porque logró que el agresor se distanciase del fallecido, que pudo erguirse y hasta preguntar por su teléfono móvil. En ese momento, él se alejó del lugar por miedo a meterse en problemas porque no tiene los papeles en regla. Ahora –y pese a que minutos después una manada mayor sentenció a Samuel Luiz– los amigos de la víctima han lanzado una campaña para que la situación del senegalés en el país se regularice por demostrar una valentía «que ninguno de los que estaban allí tuvo».