La colaboración de la banca y el sector público al servicio de la recuperación
La evaluación positiva de la Comisión Europea del plan nacional de recuperación supone la inminente puesta en circulación de los primeros fondos europeos. Sin duda, un hito para la recuperación de nuestro país tan importante como lo ha sido el exitoso despliegue de la campaña de vacunación. Hay que congratularse por ello, y felicitar doblemente al Gobierno por el logro de estas gestiones. La reconstrucción está en marcha.
En esta nueva etapa que ahora iniciamos, la colaboración entre la banca y el sector público va a ser fundamental. Así ha sido durante el primer año de pandemia permitiendo a la banca poner a disposición del país, en apenas doce meses, un caudal de financiación de emergencia superior en un 25% al total de los fondos europeos que llegarán a nuestro país en los próximos seis años. Sin duda, una contribución de una enorme contundencia, desplegada, además, con una agilidad inusitada. A partir de ahora, la colaboración con el sector público se centrará en dos esquemas.
Por un lado, un plan de choque contra la morosidad para sostener a las empresas viables. El plan contempla, en relación a los créditos concedidos con aval público, medidas a poner en marcha por las entidades financieras como la extensión de los plazos de vencimiento, facilidades para la conversión a créditos participativos y la posibilidad de transferencias para reducir el principal pendiente. Esta colaboración se articulará a través del RDL 5/2021 y un código de buenas prácticas al que se están adhiriendo las entidades financieras.
Por otro lado, la colaboración de la banca con las autoridades económicas será clave en el plan de reconstrucción nacional y, concretamente, en la canalización de los fondos europeos. En este sentido, la banca y los interlocutores públicos están definiendo el marco de esta colaboración contemplando, de entrada, dos modalidades. Por un lado, el anticipo de las ayudas europeas a las empresas para acelerar la reactivación económica, y, por otro, la cofinanciación de los proyectos de inversión para generar el mayor efecto multiplicador posible.
Sin lugar a dudas se trata de dos iniciativas de gran trascendencia para nuestra economía que confirman, una vez más, la importancia de aunar esfuerzos entre lo público y lo privado. Sólo así será posible que España vuelva a crecer, no sólo más, sino también, mejor.
Solo aunando esfuerzos públicos y privados es posible que España vuelva a crecer, no solo más, sino también, mejor