Del 78 a esta parte
De aquellos polvos autonómicos, estos lodos separatistas. La Tercera firmada por Ignacio Camuñas el pasado miércoles ha tenido cumplida y favorable respuesta por parte de nuestros lectores. «No es frecuente –escribe JOSÉ LUIS SÁNCHEZ DE LAMADRID– que un político tenga la virtud de reconocer una actitud equivocada en su quehacer pasado. Pero el señor Camuñas ha tenido la elegancia de reconocer los fallos que, en el periodo constituyente, llevaron a la peligrosa situación en que se encuentra hoy nuestra nación. Puede que a su vez la situación en que se encontraba España en esos momentos condicionara soluciones que, pudiendo haber sido provisionales o transitorias, forzaron a construir una Constitución que contenía ambigüedades y que podía llegar a poner en peligro la unidad nacional, como en efecto ha ocurrido. Reconoce honradamente el señor Camuñas estos errores. Y lamenta, al tiempo, la colosal dimensión que ha adquirido el funcionariado autonómico, que ha terminado por beneficiar exclusivamente a quien ostenta un puesto en el aparato burocrático. Por ello, hay que felicitarlo». «A Camuñas –anota J. DANIEL RODRIGÁLVAREZ– le honra reconocer que los constituyentes se equivocaron en su idea inicial. Creo, igual que don Ignacio, que el Estado autonómico ha creado un monstruo administrativo que da cobijo a infinidad de funcionarios y políticos en general muy mediocres, sin que la pretendida descentralización de la gestión de los asuntos ciudadanos por su cercanía haya surtido los efectos deseados, y menos actualmente con el desarrollo tecnológico ‘online’».